Marco Montoya

Foto: Rich Schultz | AFP

En un duelazo de pitcheo, el bateo oportuno decidió el triunfo de los Yanquis. 2-1 se llevaron la pizarra los del Bronx ante Medias Blancas.

El venezolano Gleyber Torres puso fin al dominio de los serpentineros patipálidos con un bombazo directo al jardín derecho y luego terminó el duelo con un hit productor.

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La temporada de Jordan Montgomery se ha caracterizado por los altibajos, esta vez salió en modo intratable, controló a la poderosa alineación de Chicago, colgó el cero en siete episodios y ponchó a 11. Su destacada labor llega unos días después de que tuviera una de sus peores salidas.

Su rival monticular estuvo a la altura, Carlos Rodón despachó seis innings en los que abanicó a 13. Los primeros cinco en el orden al bat de Nueva York regresaron a su caseta tras haber sido eliminados por lo menos dos veces a través de los strikes. Una vez más, el mánager Aaron Boone echó de menos a Giancarlo Stanton.

Todo lo que habían logrado los abridores se vino abajo cuando entraron los relevistas.

Michael Kopech permitió el cañonazo solitario de Torres, poco le duró la ventaja a los neoyorquinos, Jonathan Loaisiga se metió en problemas y Nick Madrigal empató el duelo con un sencillo que empujo a Adam Eaton.

El capataz Tony LaRussa le tuvo confianza una entrada más a Kopech; sin embargo, su apuesta puso en riesgo el desafío, Miguel Andújar y Brett Gardner le ligaron sencillos que pusieron contra la pared a Chicago.

Evan Marshall ingresó a apagar el fuego, DJ LeMahieu conectó un batazo lo suficientemente corto para que el cubano Yasmani Grandal prendiera en el plato a Evan Wade. Posteriormente provocó un doble play por parte de Luke Voit.

En la última tanda, Gleyber Torres se encargó de dejar tendidos a los Medias Blancas con un imparable. Aaron Judge pisó el plato con la rayita de la victoria.

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