Por Rubén Beristáin

Foto: Ramón Romero

Video: Rubén Beristáin

Nunca se había respirado tanta ilusión y confianza al mismo tiempo, y en el mismo lugar. La afición de Cruz Azul ha sufrido lo indeseable por su equipo. Las decepciones son más que las alegrías, pero eso queda en el olvido si se trata de apoyar nuevamente. Su fidelidad y respaldo siempre queda demostrado.

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El carnaval fue totalmente celeste en el Coloso de Santa Úrsula, ayer por la tarde. El reloj marcaba las 5:30 y la afición de La Máquina comenzó a hacer su aparición, justo en la puerta 3 del recinto, donde el camión acostumbra llegar con todos los futbolistas.

A Cruz Azul lo favorecen las estadísticas para avanzar a la final

Un grupo numeroso desde Xochimilco llegó y empezó con la fiesta. Con tambores, tarolas y trompetas fue como pintaron de azul el sur de la capital, como ha sido una costumbre en los últimos días. “Yo soy celeste, es un sentimiento que nunca morirá”, fue el primer cántico que se pudo escuchar.

Poco a poco, los aficionados, de distintas partes de la Ciudad de México y alrededores, fueron llegando. Desde los de la alcaldía Contreras hasta los de Azcapotzalco y otros de Hidalgo y Baja California, el apoyo estuvo de todos lados.

“Jueguen con el alma y con los huevos de su afición”, se pudo leer en una de tantas mantas que se pudieron observar en los alrededores del inmueble deportivo más importante de nuestro país. Otra mostró la leyenda “de nada sirve este torneo si no se gana la novena estrella”, ese fue el más claro mensaje, lo que demostró, además de un apoyo incondicional, una clara exigencia hacía los suyos.

El momento esperado llegó. A lo lejos se vio un resplandor y los gritos comenzaron a incrementar en grandes decibeles. El medio de transporte cementero apareció y la algarabía de toda su hinchada junto con ellos.

Con un largo pasillo, con aproximadamente 600 aficionados bien enfundados en su camiseta, fueron recibidos, como si fuera una idea de lo que les espera en próximos días con el trofeo de campeón. Los cánticos a todo pulmón fueron adornados con banderas, bombas de humo, banderas y un aliento espectacular.

La afición respaldó a los suyos, una vez más. Todo quedó en las acciones de los jugadores, quienes intentaron responderles en todo momento, en la eliminatoria ante los Tuzos

EN EL HOTEL, HUBO FIESTA OTRA VEZ

La afición de Cruz Azul se dividió en dos. Otro sector decidió mostrar su apoyo desde el hotel de concentración. El respaldo fue total y completamente celeste por todo el sur de la Ciudad de México y, seguramente, desde muchas partes.

CONVOCATORIAS EXITOSAS

Primero fue la serenata del viernes en el hotel de concentración, donde la afición cementera reunió cerca de 500 personas. Ayer, antes del partido, el pasillo también fue un éxito en convocatoria, en un fiel apoyo al equipo.

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