José Ángel Rueda

Foto: Dave Thompson | AFP

El arranque fulgurante de Pep Guardiola como técnico del Barcelona dejó la vara en las nubes. En su primera campaña, en la 2008-09, el técnico español ganó todos los títulos que disputó, entre ellos la Champions League, al vencer 2-0 al Manchester United en una final para el recuerdo. Dos años después, el Barcelona, liderado por el técnico de Sampedor, volvió a la instancia definitiva, curiosamente ante el mismo rival, y con un contundente 3-1 dejó una vez más a los ingleses con las manos vacías.

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El ritmo vertiginoso de Guardiola, impoluto en sus dos finales en apenas tres temporadas, hacía pensar que su historia con la Orejona sería indestructible, pero el tiempo es caprichoso y los años no fueron como se pensaron. Nadie podía imaginar que después de aquella final en Wembley, el técnico catalán tardaría una década en volver a una final del torneo de clubes más prestigioso del mundo.

En el 2012 y con el par de Champions en la vitrina, Guardiola dejó al Barcelona para fichar por el Bayern Múnich. El técnico catalán llegó a Alemania con dos firmes objetivos: darle continuidad al dominio europeo inaugurado por Jupp Heynckes en el 2013 e imprimirle su sello de juego posicional a la maquinaria bávara, fría y calculadora. La primera parecía más factible que la segunda, sin embargo, fue todo lo contrario. En tres temporadas con los alemanes, Guardiola logró que su equipo jugara a su manera, es decir, el juego asociativo poco a poco fue sustituyendo a las transiciones rápidas. Los cuestionamientos, sin embargo, llegaron cuando el Bayern tropezó una y otra vez en su intento de ganar la Champions League.

En su temporada de debut, el conjunto alemán se estrelló en semifinales contra el Real Madrid. Los dobletes de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos en Múnich aumentaron la renta mínima con la que llegaban los españoles gracias al gol de Benzema anotado en el Bernabéu. El 5-0 era inaceptable, sobre todo tomando en cuenta las expectativas creadas en torno al equipo de Guardiola.

La siguiente temporada, la caída fue similar, también en la antesala, sólo que el verdugo fue el Barcelona. Guardiola se metió al Camp Nou con la mística por delante, sin embargo, sus aspiraciones se derrumbaron casi de la misma manera en la que se derrumbó Boateng, en aquel gol histórico de Messi que finiquitó con un remate picado ante la salida de Neuer. El partido de ida terminó 3-0 a favor de los catalanes y pese al esbozo de remontada, un global de 5-3 puso fin al sueño por segundo año consecutivo.

El tercer y último intento de Guardiola al frente del Bayern Múnich chocó con otro equipo español, una vez más a un paso de la final. El aguerrido Atlético del Cholo Simeone plantó cara a los alemanes y pese a lo cerrado de la eliminatoria, el gol de visitante anotado en el Allianz Arena decantó a su favor el global de 2-2.
Cansado de los cuestionamientos, el técnico catalán se fue al Manchester City.

Con la cartera a su disposición, el estratega llegó para escribir las primeras páginas de una historia. Para el equipo inglés, de perfil bajo en las andanzas europeas, cualquier logro era bueno, aunque al igual que como ocurrió con el Bayern, el buen juego y los campeonatos locales pronto fueron insuficientes, y la Champions se convirtió en la tarea pendiente.

La cosa fue a peor, si con el Bayern siempre cayó en semifinales, con el City no pasaba ni de octavos. En su primera campaña, el Mónaco de Mbappé firmó una remontada épica para revertir el 5-3 de la ida. Otra vez el técnico parecía el culpable de la debacle. En la siguiente temporada, la 2017-18, los Ciudadanos no pudieron con el Sevilla, aunque en esa ocasión la decepción fue mayor porque no estuvieron ni cerca.

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Un año después el City logró romper la barrera de los octavos, aunque el resultado fue el mismo. En cuartos de final fueron eliminados por el Tottenham, quien los dejó fuera en un partido dramático y sólo el criterio del gol de visitante fue capaz de decantar el 4-4 global a favor de los Spurs.

El colmo de los cuestionamientos llegó un año después en la burbuja de Portugal. El City eliminó en octavos al Real Madrid, sin embargo, el Lyon, en un concierto de fallas de los ingleses, los dejó fuera en cuartos. El partido único resultó fatídico. Fue finalmente hasta esta campaña cuando Guardiola logró superar sus fantasmas. En el camino fue capaz de dejar al Monchengladbach, al Dortmund y al poderoso París Saint-Germain. Chelsea será su rival en una instancia en la que Pep no suele fallar.

EQUIPO TEMPORADA INSTANCIA
BARCELONA 2008-09 FINAL
BARCELONA 2009-10 SEMIFINALES
BACRELONA 2010-11 FINAL
BARCELONA 2011-12 SEMIFINAL
BAYERN 2013-14 SEMIFINAL
BAYERN 2014-15 SEMIFINAL
BAYERN 2015-16 SEMIFINAL
M. CITY 2016-17 OCTAVOS
M. CITY 2017-18 OCTAVOS
M. CITY 2018-19 CUARTOS
M. CITY 2019-20 CUARTOS
M. CITY 2020-21 FINAL

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