Josué Padilla Márquez

Foto: Omar Martínez | Mexsport

La historia en las finales de Liga MX no le sonríe mucho a Cruz Azul y este fin de semana tendrá una nueva oportunidad para quitarse los demonios que tiene y romper una sequía de 23 años de no ser campeones.

Sin embargo, dentro de su historia, hay un episodio que será imposible de olvidar para americanistas como para los seguidores celestes y ese es lo del 26 de mayo de 2013.

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Un día como hoy de hace ocho años, parecía que la Máquina iba a lograr su noveno campeonato de Liga MX, tenía absolutamente todo a favor, pero nuevamente los demonios se aparecieron y con goles en los últimos minutos frustró toda la ilusión.

En aquel partido que se disputó en la cancha del estadio Azteca, Cruz Azul llegó con ventaja de 1-0 que había conseguido en el estadio Azul, por lo que era una buena oportunidad para por fin romper esa maldición que acarrean desde el año 1997, cuando derrotar al León.

Las cosas marchaban de lujo, a 10 minutos del final, ya que tenían una ventaja global de 2-0, además de un hombre de más y algunas oportunidades bastantes claras que no pudieron concretar, quizás eso, fue lo que sentenció la cruzazuleada de aquella noche.

En el minuto 87 del juego, los aficionados de las Águilas comenzaban a salirse del Coloso de Santa Úrsula porque parecía que todo estaba acabado, pero en el 88 un cabezazo de Aquivaldo Mosquera mandó el balón a guardar, aunque se decía que había una falta, ningún arbitro señaló nada.

La segunda anotación vino a solo 30 segundos de que se cumpliera el tiempo añadido. Moisés Muñoz se lanzó de palomita, conectó el baló, que iba para afuera, pero Alejandro Castro metió el pie y finalmente fue el empate global.

Tras esta situación, América prolongó hasta los penales, donde finalmente consiguieron ganar la tanda.

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