ALLAND JHONNATHAN

Foto: Cortesía | New Musical Express

Hace 25 años Manchester y Londres, el norte contra la capital, batallaban como en los sesenta por ser la capital “cool” del planeta cuando dos de las bandas más importantes de la música pop del Reino Unido, Oasis y Blur, batallaban por liderar las listas de popularidad de la isla, orillando a la prensa inglesa a bautizar aquella pugna con un mote deportivo, “el campeonato de pesos pesados británico”.

La pugna revive con la final de la Champions League del próximo sábado cuando el Manchester City de los hermanos Gallagher, Noel y Liam, cerebro y corazón de Oasis; se cite contra el Chelsea londinense de Blur o de su líder, Damon Albarn, creador también del afamado proyecto Gorillaz.

Todo esto sin importar si Oasis desapareció del firmamento musical tras una pelea en París, Francia entre Noel y Liam en el 2009; y mientras Blur volvió a grabar, regalando en 2015 el disco The Magic Whip.

Los Gallagher, fanáticos confesos de los ‘citizens’, pues hay quien dice le compusieron al club The Masterplan, han visto cómo su escuadra ha pasado de perder la categoría de la Liga Premier en 1998 a dominarla con la conquista de las últimas tres competencias.

El amor infinito de Noel Gallagher al City

Sin embargo, la asignación pendiente del City es trasladar el éxito del torneo local a Europa. Por dicha razón ficharon en el 2016 al laureado Pep Guardiola, lo que dejó de manifiesto la euforia o el amor a sus colores del propio Noel Gallagher, quien inclusive entrevistó al catalán para los medios oficiales del club nada más a la llegada del técnico a la ciudad norteña de Manchester.

Guardiola se hizo desde entonces en buen amigo del mayor de los Gallagher.

Hace par de semanas tras lograr la tercera Premier para el City desde su llegada, Pep grabó en la celebración del City un video con puro en mano entonando uno de los himnos de Oasis, de la década de los 90 y de la música popular, Don’t Look Back In Anger.

ALBARN SUEÑA CON OTRA CHAMPIONS

Por su parte, el genio detrás de Blur y Gorillaz Damon Albarn espera ver por segunda vez al Chelsea conquistar la Champions tras hacerlo en 2012 cuando liquidaron en penales en la final al Bayern Múnich ante todo los pronósticos.

Albarn, al igual y como los hermanos Gallagher con la llegada del capital del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan a Manchester, ha visto a “los blues” emerger en la Premier desde finales de Siglo XX de la mano del magnate ruso Román Abramóvich, logrando desde entonces cinco ligas.

El autor de temas como Song 2 o Girls And Boys forma parte de los hinchas ilustres del conjunto londinense, reconocido así por la propia web del club, siendo asiduo asistente, hasta antes de la pandemia de COVID-19, a los partidos en Stamford Bridge junto a su hija.

El líder de Blur ha dejado de manifiesto su amor al Chelsea en videos como el de Country House de 1995, canción que alcanzó la cima de las listas del Reino Unido, y en donde llegado el segundo cinco se ve a Damon leyendo un periódico donde se habla de “los blues”.

LOS GALLAGHER LLEVAN MANO

Si el partido del próximo sábado entre el Manchester City y Chelsea lo definieran los éxitos de una y otra agrupación, los honores de acuerdo con lo sucedido en 1995 se los quedaría Oasis.

Hace casi 25 años, las dos bandas encabezaban un nuevo movimiento musical en la Gran Bretaña conocido a partir de entonces como Britpop, el cual sirvió como contestación al Grunge de los Estados Unidos y que llevó a rivalizar a Oasis y Blur por ser “el más macho” de las listas de popularidad de la isla.

Aquella pugna, de la cual se desprendieron varias declaraciones fuera de lugar como la de Noel deseándole la muerte a los miembros de Blur, alcanzó su culmen cuando Blur se aprestaba a lanzar The Great Escape, su cuarto álbum; y Oasis estaba a punto de estrenar su segundo disco, el aclamado ¿(What’s the Story) Morning Glory?

Blur pegaba primero robándole el número de los charts a Oasis con el sencillo Country House, vendiendo 274 mil copias; relegando a la segunda posición al single Roll With It de los Gallagher con 216 mil.

Pero Oasis reía al último y como en un auténtico juego de futbol venía de atrás cuando colocaban 23 millones de copias del Morning Glory en todo el planeta y The Great Escape apenas rebasa el millón.

Oasis se convertía en un fenómeno mundial a partir de entonces y en uno de los referentes de la música de la Gran Bretaña de fin del siglo XX.

La “oasismania” alcanzaba su máximo esplendor un año más tarde en Knebworth, cuando Oasis vendía medio millón de boletos para ser vistos en dos noches, récord que se mantiene para una banda en dicho escenario y del cual se cumplen 25 años en este 2021. ¿El festejo de dicho aniversario servirá como vaticinio sobre quién ganará el sábado en Portugal?