Rubén Beristáin

Foto: Roberto Maya | Mexsport

El amor que siente por América es muy grande, cada una de sus palabras lo reflejaron al máximo. Miguel Layún nunca lo imaginó, pero la oportunidad nuevamente le llegó y no piensa desaprovecharla. Con su retorno a Coapa, el defensor tiene un objetivo bastante claro. En 2013 anotó el penal decisivo para que las Águilas alzaran el trofeo ante Cruz Azul. Un año después, contra Tigres, tuvo su segunda estrella. Ahora a partir del 2021, buscará alzar el tercer cetro con el club que le cambió la vida. El mensaje a la afición fue contundente.

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“Sé que están esperando lo máximo, sé que me fui dejando cosas positivas, sólo quiero que sepan que vengo a trabajar. Mi objetivo es uno, vine por otro trofeo. Vengo a aportarle al equipo de diferentes formas, sé que hay un grupo fantástico, hay gente de jerarquía. Yo vengo dispuesto a entregar todo de mí para poder tener uno más, dejarlo en las vitrinas, para que mi promesa personal, se cumpla y la de todos”, expresó con gran alegría.

El lateral no ocultó su felicidad, fue algo imposible. Su llanto lo delató en cuanto pisó las instalaciones del equipo que tanto quiere.

“Estas lágrimas son de mucho sentimientos, estoy ansioso de ponerme de nuevo la camiseta y defender de nuevo estos colores. Yo hoy tengo una oportunidad de estar nuevamente aquí, no me arrepiento de que las cosas pasaran como lo hicieron. Estoy aquí por algo, voy a dejarlo todo, tengo ser valorar, apreciar la oportunidad y disfrutarlo al máximo”, añadió en entrevista con América, la cual fue publicada en sus redes sociales.

Layún volvió a casa, donde vivió sus mejores y peores experiencias en su carrera como profesional.

“Tengo muchos sentimientos. Sinceramente sabía que, después de regresar a México y que no se diera en primera instancia, sería complicado, pero confío mucho en que por algo pasan las cosas. Estar aquí es estar en mi hogar, es volver al sitio donde tiene más significado que cualquier otro. Aquí he vivido todos mis mejores momentos, también los peores, enseñanzas de vida en mi carrera personal y en mi vida personal. Me cuesta expresarlo, me tiemblan las manos de estar aquí”, aseveró.

Después de volar del Nido, Layún aterrizó en distintas Ligas. Primero en Inglaterra con el Watford, luego en Portugal con el Porto y en España mostró su juego en Sevilla y Villarreal. Toda esa experiencia lo ayudó a crecer.

“Valoro mucho la oportunidad de disputar diferentes ligas. Cuando tienes esa bendición de conocer algo nuevo y de empaparte de esas cosas, vas creciendo, es natural. Eso te hace ser mejor en todo. Todo eso me abrió entender a una Liga Italiana que es muy competitiva, luego la Portuguesa, después la Premier League, con la exigencia más alta. Y después la Española donde tienes a los mejores clubes. Eso fue oro molido, porque soy muy competitivo”, finalizó.

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