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11, junio 2021 - 20:57

┃ Javier Juárez

Diego-Abreu

Javier Juárez

Foto: Cortesía

Playera negra con el escudo de México y cubrebocas, es muy alto, Diego Abreu mide 1.88 metros a los 17 años. La estatura es algo de lo que le heredó a su papá. El jugador del Defensor Sporting, tras ser uno de los sparrings que pidió Gerardo Martino para entrenar con México en Estados Unidos, atendió a ESTO en una fecha especial, su papá el Loco se retiró del futbol luego de defender 31 camisetas. Diego a la distancia le dio un mensaje a Sebastián: “Locura, gracias por heredarme el don del futbol y por permitirme transmitirme todo lo que transmitías, el liderazgo, la alegría a la hora de jugar, decirte que te quiero mucho”, dijo Diego.

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Qué le dijo a su papá horas antes de su último juego: “Le dije que disfrute el partido como disfrutó todos desde que comenzó el futbol, que se acordara de las veces que era mascota y entraba a la cancha, le deseé lo mejor”, expresó.

Diego juega en Uruguay, pero confesó que a través de redes sociales le piden que defienda escudos que protegió el Loco: “La verdad le fue bastante bien, en México dejó un legado lindo, hinchas de Cruz Azul o América me escriben pidiéndome que venga a jugar en sus clubes, fue una trayectoria linda la que tuvo”, recalcó.

Sebastián llevo la locura a todos lados. El penalti que tiró a lo Panenka en Sudáfrica 2010 contra Ghana es su acto más conocido a nivel mundial. Ese episodio no lo tiene tan nítido diego: “Lo viví, pero no lo observé en el momento, tenía 6 años, estaba jugando PSP, entonces todos empezaron a saltar, en ese momento me di cuenta que había sido gol de mi padre y empecé a saltar”, relató.

Diego está en el embrión de su carrera, pero “tengo un buen ejemplo, mi padre realizó una trayectoria destacada, tengo que seguir haciendo bien las cosas”, dijo.

Sobre convivir dos semanas con seleccionados mayores, Abreu comentó que “estoy agradecido con toda la gente de selección que me dio la oportunidad de vivir esta experiencia, nos fue muy bien, lamentablemente el equipo perdió la final, pero se hicieron bien las cosas en los entrenamientos”, expresó.

Diego está convencido de defender el escudo mexicano a pesar de tener la nacionalidad charrúa, perder contra Estados Unidos le picó el orgullo: “La verdad fue como impotencia, estábamos en la tribuna y los estadounidenses nos gritaron los goles, traíamos la vena marcada, pero bueno, es futbol, se gana y se pierde, tengo que seguir trabajando para ser tomado en cuenta por México”, cerró el heredero de la locura.

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