MARYSOL FRAGOSO

FOTO: CORTESÍA TAURONOTA

Para Arturo Macías haber cortado cuatro orejas y rabo, en Puebla y Monterrey, representa una etapa muy anhelada en su carrera, tras la cornada que sufrió en España durante 2019, a consecuencia de la cual, debe utilizar un aparato en el pie derecho para poder torear, a pesar que los médicos estimaron que su máximo logro sería volver a caminar, con dificultades. En entrevista con ESTO, tras haber recorrido dos mil 863 kilómetros por carretera para cumplir con dichos compromisos en entidades tan alejadas, señaló: “La entrega total del público es la que me impulsa a superar todos los obstáculos que se han presentado en la trayectoria de mi profesión”, señaló el torero de Aguascalientes.

Como se recordará en septiembre de 2019, al participar en el Desafío Ganadero en la plaza Las Ventas, de Madrid, España. Arturo sufrió un grave percance, por parte de un toro de Pallarés, que le infirió una herida en la pierna derecha en 25 centímetros, así como una fractura del cuello del peroné.

Con el transcurso de los meses se reveló que le quedaron secuelas, por lo que, tras buscar alternativas encontró que la única manera de continuar con su vida personal sería utilizar una aparato elaborado con fibra de carbono que le aportara soporte en tobillo y el pie para tener movilidad. Más adelante, decidió utilizarlo también para torear, en conjunto con unas zapatillas ortopédicas especiales. Fue así como a pesar de los malos augurios regresó a los ruedos.

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Reapareció directo en la Plaza México, el 26 de enero de 2020, donde estuvo a buen nivel, pero no cortó apéndices debido a fallos con la espada. Un mes después tuvo una corrida en Autlán de la Grana, Jalisco, donde cortó cuatro apéndices y una presentación en Cinco Villas, Edomex, con otra.

Tras el parón de la pandemia se reactivó hasta este 2021 y en las primeras cuatro corridas cortó dos orejas. Ahora, dio un golpe fuerte sobre la mesa al haber obtenido en dos días: cuatro orejas y un rabo, a razón de esos máximos apéndices en el Poliforum Nueva Escocia, de Puebla, a un serio y bravo toro de la ganadería San Isidro, propiedad de don Francisco Guerra; y los otros dos trofeos en Los Jacales. Monterrey.

“El toro de San Isidro tuvo la capacidad de conjuntar en una medida perfecta: bravura, nobleza y clase, a pesar que la corrida contó con serios y astifinos toros cinqueños como este, se dejaron torear; y realicé una faena intensa que rematé de una estocada que hizo rodar al toro sin puntilla, para lograr las orejas y el rabo”, agregó el diestro hidrocálido.

“Este paso me ha dado mucha ilusión y me siento agradecido con todo el cariño que me demuestra la gente desde antes, durante y después de cada corrida, en todo el país. Desde que empecé a torear los aficionados me tomaron como suyo y desde entonces aumentan su cariño por mí, en cada tarde, por lo que yo sólo puedo pagarles con entrega en el ruedo”, agregó.

Como emprendedor Macías continúa con su producción de aceite de oliva, negocio con el que le va muy bien, sin embargo, como no ha pensado retirarse de los ruedos, tiene en puerta por torear este domingo 20, en un cortijo de Guadalajara, en agosto en uno de los festivales del 125 aniversario de la plaza San Marcos, así como un par de fechas en julio, que darán a conocer las empresas organizadoras.

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