BRIAN SALES

FOTO: LUIS GARDUÑO 

No hay plazo que no se cumpla. El pueblo azul y oro puede estar feliz. ¡Por fin podrán volver a casa! Si el semáforo epidemiológico de la Ciudad de México lo permite, Pumas recibirá a su afición en el Olímpico Universitario. 506 días después del último partido de Liga MX con gente y 498 días después del último partido de la Liga Femenil con afición, las butacas del recinto que pertenece a la máxima casa de estudios del país abrirán para el público en general. Será con aforo reducido, pero ya tendrán la posibilidad de reencontrarse con su equipo en un duelo que promete ser sentimental. Así lo confirmó Jesús Ramírez, presidente deportivo de la institución.

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“Al parecer ya. La próxima temporada, que ya está a punto de iniciar, sí habrá la posibilidad de que la gente comience a asistir para ver a su equipo. Eso, la verdad, nos viene muy bien. Jugar con estadios vacíos es diferente. Ya no estábamos acostumbrando a no ver gente, pero siempre será relevante que la afición esté presente”, mencionó en charla exclusiva con el Diario de los Deportistas.

El golpe anímico en Pumas, al igual que en otros equipos de la Liga MX y el mundo, fue drástico. La Universidad Nacional Autónoma de México cada vez entra más en las penumbras para poder solventar al equipo. Hoy, las decisiones más relevantes de la institución las autoriza o niega el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Graue. Por esa razón, Jesús Ramírez señaló la labor titánica de Leopoldo Silva, presidente de la institución, por conseguir recursos y darle liquidez al club.

“Todo mundo quiere el mejor plantel y refuerzo, pero no podemos dejar la parte económica atrás. Fue un impacto tremendo. Ya va más de un año sin asistencia a los estadios y te hace un hueco importante. Hay que destacar la labor de Leopoldo Silva porque, a pesar de la situación, el plantel no tiene problemas con pagos. Hacia afuera es lo menos importante para ellos, pero sí lo debemos tomar en cuenta. No sólo fue a Pumas, sino a muchos equipos en el mundo”, señaló.

Por la misma cuestión de los billetes ausentes, no se pudieron hacer con la carta de Facundo Waller. Desistieron de pagar lo que pedía el Plaza Colonia, club dueño de los derechos federativos del uruguayo. Gracias a esa causa, Washington Corozo, Higor Meritao y José Rogério llegaron en calidad de préstamo con opción a compra, aunque se mantendrá la incertidumbre de si los podrán comprar al final de la campaña o se repetirá la historia del seleccionado charrúa.

“Obviamente tratamos de mantener un plantel, pero se sabe que el impacto de la pandemia fue muy fuerte en la parte económica. A veces no hay posibilidades de poder mantener ese plantel como se quisiera. No se logró llegar a un acuerdo y tuvo que regresar a su equipo. Son préstamos con opción a compra por el impacto económico que dejó la no asistencia a los estadios. Difícilmente vas a poder llegar y comprar a un jugador. También es parte de que se adapte para que lo puedas comprar y rinda en Pumas”, aclaró.

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Ante el complicado panorama económico, la oferta de Tigres por Juan Pablo Vigón, elemento de 29 años de edad, les cayó del cielo y fue una luz en la oscuridad. Jesús Ramírez admitió que no estaba en sus planes que saliera, pero todas las partes involucradas quedaron satisfechas con el acuerdo.

“Se quiere mantener siempre, pero creo que en esta negociación estamos satisfechas las tres partes. La intención era retenerlo, pero la parte económica no te alcanza. A veces es imposible retener a alguien. Sabemos que afectará la situación deportiva. Ya estamos buscando el reemplazo y esperamos que pronto lo podamos tener. No es nada sencillo por el impacto económico”, remató.

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