Por Rubén Beristáin

Foto: Jonathan Dueñas | Mexsport

Héctor Herrera salió molesto del AT&T Stadium. El capitán de la Selección Mexicana cuestionó la labor del arbitraje en el duelo ante Trinidad y Tobago, y la actuación del silbante costarricense Ricardo Montero. A consideración del mediocampista, la lamentable jugada que protagonizó Hirving Lozano, y que incluso lo llevó al hospital, debió castigarse con un tiro desde los once pasos.

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“Qué tiene qué pasar para que sea penal, es una jugada muy clara que a mi parecer era penal”, expresó con una clara desazón, tras el empate inesperado en el debut de la Copa Oro.

El jugador del Atlético de Madrid recalcó que el Tricolor fue mejor que los trinitenses, sin embargo no pidieron vencer al portero Marvin Phillip ni una sola vez. La actuación del árbitro también influyó en el resultado final.

“Un partido que dominamos los 90 minutos, que generamos muchas oportunidades de gol, pero los partidos no se ganan con oportunidades, si no con goles, no estuvimos finos, nos faltó cerrar la pinza, desde el inicio creo que el árbitro condicionó esa parte porque si marca el penalti el partido hubiera sido otro”.

Herrera mostró cierta preocupación. La igualada no estaba presupuestada en los planes, pero aseguró que los goles aparecerán ante Guatemala y El Salvador, los restantes rivales de México en la fase de grupos de la competición.

“Hay que estar tranquilos porque el equipo luchó y trabajó los 90 minutos y el día de mañana los goles van a parecer”, sentenció.

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