Ruben Beristáin

FOTO: Luis Garduño | ESTO

Julio César Domínguez es un gran fan de los tatuajes. Su mejor colección la lleva en la piel, muy de cerca y a la vista de todos. El defensa cementero se ha caracterizado por inmortalizar los momentos más bellos y significativos de su vida por cada parte del cuerpo. El dolor que conlleva realizarlo poco le ha importado. Ninguno ha quedado fuera y Cruz Azul tiene un espacio muy especial entre todos ellos, pues por fin se pudo tatuar la novena.

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Por años lo buscó y lo soñó. Los planes tuvieron que postergarse por mucho tiempo, incluso más del que imaginó, pero muy en el fondo sabía que tarde o temprano tenía que llegar. La novena estrella la ganó a finales de mayo pasado, el Cata fue el encargado de alzar el trofeo de campeón como uno de los capitanes y referentes celestes. Ese emblemático momento no podía faltar entre su variado repertorio. El cetro de la Liga MX, con la medalla de campeón y el escudo de La Máquina es su más nueva adquisición. Primero lo compartió en redes sociales. “Novena en la piel“, compartió en su Instagram, dejando claro que la gloria fue dibujada en su piel. Después lo compartió con el Diario de los Deportistas.

“Imagínate cómo me siento con tenerla en mi piel. Contento, muy feliz, todos mis tatuajes tienen un significado muy especial. Este último es el más significativo porque fue el que trabajé más para lograrlo y gracias a Dios se pudo dar”, expresó con una sonrisa, mientras posaba a la lente, con esa sencillez que lo ha caracterizado desde sus inicios.

“Me gusta que lo más importante de mí lo vea la gente, mi familia. La idea ya la tenía pensada, tengo todas las copas que hemos ganado, sólo me faltan dos, pero obviamente en esta ya lo había planeado con el tatuador, le había dicho desde hace mucho tiempo, entonces finalmente me tatué la Liga”, añadió con emoción.

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La pantorrilla reluce con el famoso trofeo. Pero no es el único, también ha incluído otros como el de la Supercopa MX y la Concachampions. Y es que el veterano zaguero lo ha ganado todo con la institución capitalina. Pero su familia no se ha quedado atrás. También lleva consigo a las personas más importantes de su vida. En la espalda tiene el rostro de su padre fallecido hace más de 20 años. Priscila, el nombre de su esposa, está en el brazo izquierdo. En el derecho tiene a Juliana, su hija. Mientras que el vientre sirvió de lienzo para caracterizar su fe religiosa. Además también tiene un pergamino con las iniciales de su familia y en sus dedos la iniciales de “Brujo“, como era conocido en su infancia. Además un escorpión, su signo zodiacal y un sol con el ojo de su mujer.

Julio César posee más de 15 tatuajes. Todos con un significado especial, pero sin duda, el de la novena ha sido el que más le costó, pero finalmente podrá presumirlo como suyo.

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