Los Diablos Rojos volvieron a remontar a los Acereros en el Harp Helú

Marco Montoya

FOTO: Martín Montiel

Por extraño que parezca, los Diablos Rojos del México se sienten cómodos cuando están abajo en la pizarra, una vez más se recuperaron de una desventaja en la recta final para mandar al inframundo a los Acereros de Monclova. 9-8 triunfaron los capitalinos en extra innings.

La pandilla escarlata afrontó la novena entrada abajo 8-4, por segunda vez en menos de 24 horas le arrebataron a la Furia Azul un triunfo que parecía inminente. Carlos Figueroa coronó el regreso en la entrada número 11.

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Engelb Vielma y Juan Carlos Gamboa se embasaron sin outs, los visitantes ya conocían esa historia, Carlos Bustamante fue incapaz de sacar los outs finales. Jesús Fabela los remolcó a ambos con un doblete remolcador. El turno decisivo recayó en Emmanuel Ávila, el tercera base respondió con un batazo colocado que mandó el choque a entradas adicionales.

Roberto Osuna neutralizó por dos capítulos a los toletes visitantes. Figueroa se fabricó la rayita del triunfo, se embasó con un batazo al cuadro, luego en un toque de sacrificio de Jesús Fabela se escapó a la tercera base, le puso punto final al juego tras anotar en un imparable de Eduardo Revilla.

El séptimo inning se convirtió en el de la mala suerte para los pingos, su staff de relevistas se vino abajo y permitió un rally de cinco carreras. Edwin Fierro y Alemao Hernández colapsaron ante los cañoneros de la Furia Azul.

Todo el daño en el fatídico capítulo llegó con dos outs, Chris Carter aprovechó las bases llenas para empujar a un par de sus compañeros con un sencillo, luego Danny Espinosa reventó un tablazo por el jardín izquierdo que vació las colchonetas. No hubo ventaja suficiente ante los capitalinos.

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El estadounidense Jon Singleton brilló con el madero, disparó dos cuadrangulares y remolcó tres rayitas, Japhet Amador también se voló la barda. Los rojos pegaron más bombazos que la novena visitante; sin embargo, Monclova encontró a más compañeros en los senderos. Carter también se fue para la calle con un corredor en las almohadillas.

El boricua Héctor Hernández abrió por Diablos, mantuvo bajo control a Acereros hasta que se metió en aprietos en el cuarto rollo, su línea culminó en 4.2 entradas, le anotaron tres ocasiones dio cuatro pasaportes y ponchó a tres rivales. Samuel Zazueta lo reemplazó con eficacia, llegó el turno de Fierro junto con Hernández, ambos recibieron una sacudida que quedó en el olvido gracias al endemoniado regreso pingo.

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