MUCHO se ha dicho y escrito sobre la rivalidad que se ha generado entre los Pumas y el América, en un duelo que es cierto, tiene su historia, y que conforme se presentan nuevos capítulos de la misma, incrementa el interés por lo que suceda dentro del terreno de juego.
Lo mismo sucede por el presente de estos equipos: Los locales, con muchos problemas de contundencia que le han afectado al momento de recibir gol; mientras que los visitantes, con la posibilidad de confirmar un buen paso después de una goleada.
Y en el Olímpico Universitario se volverá a presentar este duelo. A pesar de las constantes muestras de los aficionados de Pumas por manifestarse como locales a donde vaya el equipo, los números de los partidos ante las Águilas no les favorecen. En el sentido estricto de dichas estadísticas, dentro de estos enfrentamientos en torneos cortos (desde el Invierno 1996) el América domina los partidos en territorio universitario con todo y las tres liguillas disputadas entre estos clubes.
En la suma de los enfrentamientos, las Águilas tienen nueve victorias en territorio universitario por siete derrotas y cinco empates. Números que los ponen con ventaja en la historia del enfrentamiento en Ciudad Universitaria, escenario que los volverá a ver este domingo.
Quizá la más dolorosa de las derrotas de los felinos ante los azulcrema en su territorio fue en las semifinales del Verano 2002, cuando llegaban con cierto favoritismo por el futbol desarrollado en el torneo y por el empate a cero en el Azteca del partido de ida.
En esa ocasión, todo inició mal para los locales con un autogol de Miguel España, aunque después Víctor Müller empató el juego. Sin embargo, Christian Patiño puso el 2-1 definitivo con el que los emplumados no sólo ganaban el juego, sino eliminaron a los Pumas para a la postre ser campeones.
En más de este juego estadístico, el América ha ganado tres de los últimos cuatro partidos celebrados en el estadio Olímpico Universitario, en donde la última ocasión que empataron fue en el Apertura 2008 con un 1-1.
Esta racha será la que el cuadro de Guillermo Vázquez buscará romper el fin de semana, cuando se vuelvan a ver las caras, aunque con diferentes protagonistas, pero con la misma intensidad de siempre debido a la rivalidad que se ha generado entre estos colores.