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Al borde del “Top-ten”, del cual ya ha sido parte, el búlgaro Grigor Dimitrov llegará a la edición XXII del Abierto Mexicano de Tenis con la misión de sortear un duro cuadro para revalidar el título y, de paso, tener su primera gloria en esta temporada.

El oriundo de Haskovo pasó a la historia como el primer vencedor desde que el evento cambió la superficie de sus canchas, de arcilla a dura, y del 23 al 28 de febrero luchará por abrir su palmarés de este año en el Puerto de Acapulco, tal como lo hizo en 2014, cuando sumó tres de las cuatro coronas que ostenta.

Su primera participación en el complejo del Fairmont Acapulco Princess le sentó de maravilla, primero despachó en dos sets al australiano Marinko Matosevic, en segunda fase eliminó con facilidad al chipriota Marcos Baghdatis y después hilvanó tres triunfos sobre jugadores preclasificados.

Siendo sexto preclasificado, dio cuenta del letón Ernests Gulbis, séptimo cabeza de serie, a quien venció en tres exhaustivas mangas, para fijar cita en semifinales con el británico Andy Murray, segundo favorito.

Gracias a que el máximo aspirante al campeonato, el español David Ferrer, se retiró en cuartos de final a causa de una lesión en la pierna, por la parte alta del cuadro avanzó a la gran final el sudafricano Kevin Anderson, quinto en la siembra.

Aquel representó el sexto encuentro entre ambos, mismo que el europeo se adjudicó con apretada pizarra de 7-6 (7/1), 3-6 y 7-6 (7/5), que le llevó a levantar el “Guaje” de plata.

Con aquella celebración en mente, ataviado con el tradicional sombrero de charro, Dimitrov, de 23 años de edad, fue uno de los primeros en confirmar su asistencia para esta nueva entrega.

Ante la ausencia de Murray, la nómina para 2015 le trajo nuevos rivales de gran nivel, como el japonés Kei Nishikori o el croata Marin Cilic, protagonistas de la más reciente final del Abierto de Estados Unidos, sin olvidar que repetirá “Ferru”, quien querrá sacarse la espinita del abandono y también será un bravo obstáculo.

Este domingo durante el sorteo del “main draw”, el flamante vigente actual conocerá el camino que deberá emprender rumbo al bicampeonato, situación que no es para nada extraña en el AMT pues la última muestra de ello la dio el propio Ferrer, quien se apropió del trono guerrerense de 2010 a 2012.