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11, agosto 2021 - 23:15

┃ Jesse Villalpando

Rayados

Jesse Villalpando

Foto: Cristian de Marchena | Mexsport

¿De que está hecho el campeón de la Liga MX? Eso se verá el próximo 16 de septiembre cuando Cruz Azul y Monterrey finiquiten su semifinal en la Liga de Campeones de la CONCACAF. Por lo pronto, La Máquina llegará a ese duelo en desventaja luego de que Rayados se impusiera en casa 1-0.

El gran problema para los cementeros es que no consiguieron marcar de visita. Si los regios llegarán a anotar en el Azteca, entonces si la eliminatoria se pondría realmente complicada para un cuadro capitalino que sigue soñando con ganarlo todo en un año inolvidable tras haber roto la sequía en el torneo de casa.

Reservarse algo no fue opción para ninguno, aunque del lado de Monterrey ya se sabía de la baja del tico Joel Campbell, quien no podrá ser utilizado en lo que resta de la competencia al haber visto minutos con León en la fase de octavos de final, mientras que del otro lado Chuy Corona esta fuera por lesión, pero ahora se pudo comprobar que detrás de el existe un confiable Andrés Gudiño.

Dicen que sobre aviso no hay engaño. Funes Mori tuvo la primera en un cabezazo que alcanzó a ser desviado por Gudiño, incluso con la pelota visitando el larguero, pero en una segunda el guardameta cementero ya no pudo hacer nada. Rodríguez sirvió medido al área y ahí apareció el frentazo matón de Maxi Meza, quien fácilmente le ganó la espalda a Rivero. Rayados tomaba ventaja apenas al minuto ocho.

Los del “Vasco” Aguirre salieron completamente desatados a la cancha del “Gigante de Acero”, dispuestos a intentar resolver la eliminatoria desde el primer choque, mientras que La Máquina de Juan Reynoso tardó en carburar.

Y es que de no ser por Gudiño, el marcador al entretiempo bien pudo haber sido más holgado. Andrés recostó a su izquierda para controlar el tiro del colombiano Vergara y después vino con el manotazo salvador, sacándole a Gallardo un potente disparo que amenazaba con colarse al ángulo derecho. Monterrey coqueteaba con el segundo tanto.

Hacia la recta final de la primera parte, Cruz Azul por fin despertó y el desdoble a velocidad fue su mejor recurso. Desafortunadamente para los celestes, Escobar no consiguió capitalizar un contragolpe que terminó con el remate a un lado de la cabaña regiomontana y luego fue “El Cabecita” Rodríguez quien se quedó muy cerca de clarear a Andrada.

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Cruz Azul presentó una versión mucho más agresiva y decidida para la parte complementaria. Reynoso no se guardó nada, absolutamente nada, por ello mandó a Giménez, a “Pol” Fernández y hasta al “Piojo” Alvarado. Orbelín, que había controlado y definido en un pestañeo, vio frustrado su gol por fuera de lugar, sin embargo, los de La Noria tocaban de manera incisiva a la portería rival.

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Gudiño confirmó ser la figura del encuentro con un nuevo atajadón. Funes Mori contactó de cabeza la esférica y atrás el meta se lució con tremendo lance a contramano, negándole así al mellizo ese histórico tanto 122 que lo deje como máximo artillero en la historia de los Rayados.

Los azules intentaron ir por el empate con uno que otro pelotazo al área, pero la localía aguantó a pie firme. Plan de juego perfecto para Monterrey y un Cruz Azul que ahora es el obligado a enseñar su etiqueta de flamante monarca del balompié mexicano.

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