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17, agosto 2021 - 8:00

┃ José Ángel Rueda

Ale Orozco y Gaby Agundez

JOSÉ ÁNGEL RUEDA

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA 

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 poco a poco van quedando atrás; Ale Orozco y Gaby Agúndez ya no sufren los estragos del horario, sin embargo, las preseas de bronce que cuelgan de sus cuellos de alguna manera tienen la capacidad de detener el tiempo, como si el momento por el que trabajaron tanto hubiera quedado grabado para siempre en la medalla que ganaron desde la plataforma de 10 metros, en la prueba de sincronizados.

Lo que son las cosas, las historias de Gaby y Ale son distintas, sin embargo, el destino las puso en el mismo lugar para sorprender al mundo por lo parejo de sus movimientos. El metal representa el final de un ciclo plagado de incertidumbre en el cual acaso la única certeza estaba en que lo darían todo en tierras niponas. La misión está cumplida.

“Fue un ciclo olímpico de locura, con todo este último año lleno de incertidumbre, de no saber qué iba a pasar, al final logré calificar a mis primeros Juegos Olímpicos y me llena todavía más de orgullo que haya sido después de todo esto, que fue un bache más en el camino, y pues bueno, vivo una experiencia olímpica de la mejor manera, regreso siendo medallista olímpica en sincronizados con mi compañera Ale y regreso con un cuarto lugar en individual que representa trabajo, todos esos años de ir a entrenar y dar el máximo día con día”, dijo Gaby Agúndez en entrevista con el Diario de los Deportistas.

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“Yo empecé desde muy pequeña en el deporte, a los cuatro años en gimnasia y luego me pasé a clavados y desde ahí supe que yo quería estar en unos Juegos Olímpicos representando a mi país, así que desde ese momento empecé a trabajar, a soñarlo, a tratar de hacerlo realidad, y ahora que lo logré me siento muy feliz, contenta y motivada y con ganas de seguir con más”, agregó la clavadista sudcaliforniana.

Ale Orozco, por su parte, vivió sus terceros Juegos Olímpicos con la fuerza de la madurez. A sus 24 años, se convirtió en una doble medallista olímpica, el título le hace justicia a una trayectoria que conoció la gloria desde muy joven, cuando a los 15 años ganó la plata de la mano de Paola Espinosa en Londres 2012.

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“Fueron unos Juegos Olímpicos que los trabajé muchísimo, que los anhelaba, los visualizaba de la mejor manera, los valoro mucho por todo lo que tuve y tuvimos que pasar para poder llegar ahí, fue un ciclo olímpico muy largo, de una montaña rusa, de adversidades de las cuales tuvimos que salir”, explicó Ale Orozco, quien además del bronce finalizó en sexto lugar en la prueba individual.

“Es mi segunda medalla, mis terceros Juegos Olímpicos, han pasado nueve años desde Londres, de esa niña de 15 años que empezó su historia al revés, que empezó su camino distinto y empezó a escribir su propia trayectoria, empezó con una medalla olímpica teniendo mucho compromiso y responsabilidad, a partir de ahí el querer dejar a México en lo más alto. Pasaron muchas cosas en esos nueve años, mis segundos Juegos Olímpicos un poco agridulce, pero todos estos años busqué, me aferré y me dieron muchas herramientas para poder llegar una Ale más madura en Tokio para darle una alegría a nuestro país”, agregó la clavadista tapatía.

PESÓ MÁS LO POSITIVO

Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron diferentes al resto. Ante la imposibilidad de tener público en los recintos, la redes sociales se convirtieron en un escaparate para acercarse a los deportistas. La herramienta tenía su doble filo, sin embargo, Alejandra Orozco prefirió centrar su atención en los mensajes positivos, sobre todo en un ambiente olímpico marcado por lo que representó llegar.

“Nos gusta centrarnos en lo positivo, en estos Juegos Olímpicos, en lo personal, sentí un poco más el apoyo de la gente, un poco más empática con los atletas, en el sentido de que todos habíamos pasado de alguna manera algo difícil, habiendo superado algo, y estábamos allá tratando de dar ese mensaje, de decirle eso al mundo, a México, que el mundo sigue girando que queremos dar esa esperanza, esa luz de decir vamos, hay que salir adelante, sí se puede, en estos Juegos que no hubo público, que no hubo esa vibración en las gradas, de alguna forma la pudimos sentir en las redes sociales con mensajes positivos”, explicó.

Gaby Agúndez también fue una de las deportistas que alzaron la voz para defender el valor de un cuarto lugar. La clavadista sudcaliforniana destacó el esfuerzo que conlleva un éxito.

“Hay que enfocarse en lo que nos corresponde hacer, competir y estar en una burbuja con nosotros y con nuestro entrenador, en nuestra competencia, en mi caso que fui medalla de bronce, pero también cuarto lugar pues yo quise transmitir ese mensaje de que valoren nuestro trabajo, siempre damos nuestro máximo esfuerzo, un cuarto lugar claro que vale mucho porque estamos dentro de los mejores del mundo, trabajamos, luchamos, vamos con la mentalidad de estar dentro de los tres primeros lugares, y si no se puede nos quedamos con ganas de más para la próxima seguir trabajando. Yo me quedo con muy buen sabor de boca y claro que para la siguiente lo quiero mejorar porque sé que se puede hacer”, comentó.

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PARÍS, EL DESTINO

Ale Orozco tendrá en los Juegos Olímpicos de París 2024 la oportunidad de igualar los tres metales de María del Rosario Espinoza, sin embargo, la clavadista tapatía va paso a paso.

“Todos estos años de altas y bajas me han dado mucha enseñanza, creo que llegar a París para mí sería una nueva meta, pero también me lo plantaré como lo hice aquí, quiero descansar un poco, revisar mi cuerpo en el área médica deportiva, que también tengo 24 años, pero ya me dicen veterana, llevo más de 15 años en el alto rendimiento y al final es importante la prevención de lesiones”, comentó Orozco.

Gaby Agúndez, por su parte, comenzó con buen pie su trayectoria Olímpica, a sus 21 años sabe que la ventana para seguir haciendo historia es amplia, sobre todo con la misión para superar el cuarto lugar individual cosechado en Tokio 2020.

“Busco siempre el poder mejorar mis puntuaciones, el sentirme satisfecha al momento de competir, voy a ir paso a paso, claro que mi objetivo es estar en París, participando en mis segundos Juegos Olímpicos, pero ahorita el objetivo es tomar unos días de descanso, fue un proceso largo, bastante pesado, pero después del descanso viene el regresar a entrenar, enfocados en lo que se venga”, finalizó Gaby Agúndez.

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