Brian Sales

FOTO: Isaac Ortiz | Mexsport

Son ya ocho partidos los que tiene Pumas sin conocer la victoria. Ahora cayeron goleados ante Necaxa y comparten el sótano de la clasificación con los Xolos de Tijuana. Pese a todo, Andrés Lillini, técnico del equipo, reiteró que en su mente no está el hecho de poner su renuncia en la mesa, aunque tendrá que sentarse a hablar con la directiva para saber los planes que tienen respecto a su futuro y la continuidad del proyecto.

“No se me cruza renunciar. Al final tendrá que ser un acuerdo con la directiva del paso a seguir. Aunque ya estén anotando nombres de entrenadores, no se me pasa renunciar. No podemos ser partidarios de algunas malas costumbres que tenemos. Hay que hablarlo, así como cuando asumí. Hay que llegar a una conclusión. La directiva y el jugador tiene un punto de vista”, dijo.

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Pese a todo, Lillini no negó el mal momento que atraviesan como equipo al sólo registrar dos puntos de quince que ya disputaron. Admitió que cuando las cosas no van bien, el primero al que siempre se señala es el entrenador. Manifestó también que no es un personaje que le quiera hacer daño a la institución.

“No soy alguien que tenga mucha conciencia de lo que hay que decir. El responsable soy yo y somos todos. Trato de hacer lo mejor posible mi trabajo. No concretamos. Buscamos variantes, nos persiguieron las lesiones y los infortunios. Es lamentable tener dos puntos de quince. No estoy para hacerle daño a una institución tan grande, pero si le seguiré metiendo el pecho. No quiero que la gente se altere o esté mal. Buscaremos de aquí el domingo lo mejor para el equipo, lo necesario para que todo salga bien”, comentó.

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Golpeado por el momento anímico que vive la institución, Lillini se sinceró y admitió que se encuentra mal emocionalmente. No precisamente por los dos puntos que tienen en la fecha cinco, sino porque los jugadores intentan todo en el campo, pero nada les sale.

“Tengo la sensación de que cada vez es más difícil. Es una realidad, un hecho. Estoy en un momento de mucha tristeza personal, donde la frustración que tengo es por los futbolistas. Al final, son los que entran a la cancha y defienden una playera. El intento de hacer las cosas es el máximo, pero no nos alcanza. Los escucho siempre y eso me da una gran frustración”, culminó.

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