Javier Juárez

Foto: Edgar Quintana | Mexsport

El funeral de Chivas estaba listo, eso reflejó el tono de su playera, su futbol, los cambios de Víctor Manuel Vucetich, todo. El Rebaño se preparaba para otro empate, el grito de Fuera Vuce retumbaba en el Akron, sin embargo, Jorge Isaac Rojas señaló un penalti después de 100 minutos de juego por un abrazo de Agustín Oliveros sobre Luis Olivas. Ángel Zaldívar erró el tiro, pero se repitió y en la segunda oportunidad anotó. Chivas ganó 2-1, no gustó, estuvo manchado por el árbitro, pero era lograr un triunfo cómo fuera. El Rebaño encontró un rayo de esperanza.

Se ganó, pero el ambiente sigue turbio, Chivas acumula presión, críticas e inconformidades de su gente, ellos suplican el despido del Rey Midas.

Lo rescatable fue el triunfo y su reencuentro con la red luego de tres juegos sin herir a sus adversarios. El primer gol fue raro. Isaac Brizuela anotó en un contragolpe que tuvo su origen en una mano de Antonio Briseño, la celebración pudo ser echada para atrás, el Pollo metió los dedos, luego se quedó en el pasto forcejeándose con Rodrigo Aguirre y varios segundos después cayó la anotación.

Cómo fuera, Chivas estaba obligado a ganar luego de cuatro partidos con tumbos y flojas actuaciones.

Los electricistas fueron mejores en algún momento. Alejandro Zendejas a través de un penalti tuvo la mejor ocasión para anotar, pero voló su tiro, pudo ser mala suerte o inconscientemente no le quiso hacer daño a su anterior equipo.

Eso no fue todo, los Rayos tuvieron más oportunidades para irse al frente, Ángel Sepúlveda remató en dos ocasiones a la portería, pero Raúl Gudiño se agigantó para quitarle esas oportunidades.

Chivas estaba mal, lo único relevante de ellos fue un tiro de lejos del Chapo Sánchez que pudo incrustarse en la portería de Ángel Malagón.
Necaxa perdió energía, el penalti que erró Zendejas les bajó la moral. El Rebaño utilizó ese bajón de los Rayos para encontrar la portería.

La grada festejó irse al descanso con el triunfo parcial, pudo ser inmerecido, sin embargo, los rojiblancos metieron a la red la única ocasión que generaron.
Chivas regresó más alegre. Víctor Manuel Vucetich no quiso dejar el triunfo, todos lo necesitaban.

Los papeles se invirtieron, el Rebaño fue mejor, pero los Rayos en su momento más oscuro encontraron el tanto del empate. La anotación fue extraña. Luis García tiró desde lejos, el balón era de rutina para Gudiño, sin embargo, reaccionó tarde, no midió bien el bote del esférico y terminó incrustándose en la portería. Raúl se equivocó luego de intervenciones estoicas.

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Vucetich volteó a la banca, Uriel Antuna y Carlos Cisneros entraron al campo, lo que llamó la atención fue que Alexis Vega fuera el que abandonara la batalla. La gente le reclamó al Rey Midas esa modificación.

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Chivas se volcó al frente, puso en aprietos a Malagón, nada les salió hasta que un penalti polémico de Agustín Oliveros por un abrazo sobre Luis Olivas se marcó. Zaldívar falló su primer intento, sin embargo, el árbitro repitió el tiro por un paso que dio antes Malagón. Ángel pateó en el mismo sitio y anotó.
Chivas ganó con discusión.

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