MIGUEL ANGEL GARCÍA

FOTO: Luis Garduño 

En el puesto de periódicos de Diagonal San Antonio y Patricio Sanz, Heriberto Murrieta era puntual a diario para comprar el ESTO cuando niño; corría a casa para de inmediato devorarse las noticias de principio a fin, de adelante para atrás y viceversa. Cuando ESTO comenzó a llegar a su domicilio, lo primero que hacía al abrir los ojos por la mañana era saltar de la cama y dirigirse a la entrada para coger la edición que entraba por debajo de la puerta. La historia del Diario de los Deportistas ha sido un referente en la formación de su carrera periodística, pero el gusto por el ESTO fue también la herencia de su padre, quien gustaba de leer la edición deportiva y coleccionar recortes informativos que pegaba en un álbum. Enamorado de los encabezados de aquel entonces, mismo que describe como un arte por su objetividad, destreza y puntualidad para destacar la noticia, Heriberto tuvo como inspiración e influencia a periodistas como Ignacio Matus, Carlos Trápaga y Francisco Lazo, monstruos de la tecla y pilares del Diario de los Deportistas.   

“ESTO ha sido el máximo referente de información deportiva impresa desde siempre. Me enamoré desde niño porque me fascinaba el periódico y con los años fue mi fuente de información por los deportes, el futbol, y concretamente por el Atlante. Mi padre era atlantista y un aficionado taurino sensible y conocedor, con una muy buena cultura taurina. De hecho vivimos muy cerca de la Plaza México y desde niño me llevaron a los toros; mi padre, además, era coleccionista de recortes de periódicos, de boletos de cine y de beisbol, de box, teatro y futbol. Tenia un álbum donde pegaba los recortes de periódicos y yo heredé esa pasión. ESTO era donde uno se enteraba y nos seguimos enterando de la actualidad”, refiere Murrieta.

“El sepia me ha acompañado siempre, incluso he sido un enfermo de ir a la hemeroteca a buscar el ESTO del 72 para ver quién jugaba en el Atlante en aquella época, me encanta esa retrospectiva siempre basada en lo que aparecía ahí”.

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Con el paso de la modernidad, ¿cómo te gustaría ver el ESTO?

Me gustaría ver calidad periodística, credibilidad y el ingenio de antes, ese talento imaginativo para cabecear. Y no porque mi nostalgia me lleve al pasado, sino porque en ese entonces se hacía un excelente periodismo, había grandes periodistas. 80 años se me hacen pocos para un periódico, es increíble que ya le alcanzó la modernidad al ESTO. Sin duda seguirá muchos años más, pero modernizado. Como lector es lo que esperaría, originalidad y credibilidad.

¿Cuál consideras que ha sido su aportación al periodismos deportivo?

Ha sido fundamental desde el punto de vista de la información y desde el punto de vista de la opinión, no solamente el ESTO ha informado, sino que ha formado opinión con las excelentes plumas que conocían perfectamente el tema, con conceptos propios y opiniones equilibradas. Pienso en Ignacio Matus en el futbol y en Carlos Trápaga; pienso en Francisco Lazo en los toros. Ha sido gente muy capaz, con muy buenas bases periodísticas y con mucho oficio periodístico. No solamente ESTO ha informado, sino que ha tenido importantes plumas que han orientado a generaciones de aficionados a los deportes y a los toros. En ese sentido el diario ha cumplido una labor importantísima, paralela a la de la televisión, pero en la parte escrita siempre fue el gran líder, por encima de otros periódicos deportivos de la capital mexicana. 

¿Qué plumas del ESTO te dejaron huella?

Me encantaba la forma de cabecear de Matus y Trápaga, considero que el cabeceo es el arte de cómo sintetizar en pocas palabras una noticia y encontrarle un giro, poniéndole además imaginación a la cabeza. Lo tenían estos dos grandes periodistas para cabecear la portada. Me encantaba la ficha que ponían abajo de la cabeza, tanto de futbol como de toros; Lazo tenía un gran oficio para cabecear y luego saber cómo contar la corrida de toros, era extraordinario. Matus, Trápaga y Lazo me marcaron mucho.

¿Qué opinas de la cobertura que actualmente hace la prensa escrita?

Yo creo que la hechura e información periodística, o el reporteo, en esencia, siguen siendo lo mismo: investigar, informar y en algunos casos, opinar. En ese sentido no ha habido tanto cambio. Lo que ha cambiado es la parte digital, incluso se dejó de ir a las redacciones en algunos casos; recuerdo cuando mandaba de Madrid mis críticas vía fax, pero todo ha cambiado y ahora incluso ya lo tenemos más en los teléfonos.

¿ESTO tuvo influencia en tu carrera periodística?

Sí, me marcó completamente. Como los cronistas de la televisión y la radio. La emoción que sentía al ir a comprar el periódico era enorme, y mi máxima ilusión del día cuando era niño. Y como mi papá, comencé a coleccionar recortes del ESTO, de todo, pero sobre todo del Atlante. Tengo muy grabado el encabezado de cuando el equipo se fue a la Segunda División: “Se fue el Atlante; una mezquina administración cavó su tumba”. Y una foto de cuatro jugadores del Atlante sollozando en los vestidores, abatidos por el descenso; fue un 29 de julio de 1976. Esos encabezados son parte de mi memoria y mi existencia, no sólo el hecho mismo del descenso, sino de cómo los plasmó el ESTO.

¿Hacia dónde crees que va la prensa escrita en la era digital?  

Desearía que las páginas color sepia del ESTO no terminaran y que siempre lo tuviéramos en las manos para hojearlo y seguir leyendo la información que generan. Me atrevo a opinar que la prensa escrita terminará siendo más digital.

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