José Ángel Rueda

Foto: Cortesía | @steffyaradillas

Steffy Aradillas, integrante de la Selección Mexicana de Softbol que culminó en cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, visitó a las Diablillas de Hondzonot, equipo que acaparó los reflectores por jugar con vestimentas típicas de la región de Quintana Roo.

La historia de las Diablillas pronto llamó la atención de los aficionados. Las imágenes retrataban a varias mujeres que jugaban al softbol con pasión, al tiempo que en sus uniformes, o vestidos, resaltaban coloridas flores bordadas.

La naturaleza de sus pies descalzos y los árboles alrededor del diamante contrastaban con la indumentaria representada en bates, manoplas y pelotas. Las mujeres de Hondzonot, en su mayoría dedicadas a las labores del hogar o al bordado de sus artesanías, desafiaban las costumbres, alentadas por la pasión que emana del juego.

Y como la pasión llama, a pesar de la distancia, Stefanía Aradillas supo de ellas, y se puso como objetivo conocerlas algún día, y si se podía hasta jugar con ellas, en aquel diamante con los lindes disfrazados de amazona.

Una vez pasado el vértigo de los Juegos Olímpicos y todo lo que trajeron después, con los uniformes y el amor a los colores, la mexicana emprendió el viaje a la península. Su experiencia quedó registrada en su cuenta de Instagram. Ahí, en Hodnzonot, la recibió un mural que anunciaba su llegada a la casa de las Diablillas, donde Fabi, la capitana del equipo, la esperaba.

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Una vez que conoció al equipo, Aradillas cambió el uniforme de siempre por el vestido de flores, y entonces se puso a jugar con las Diablillas, animando y dando consejos de bateo y de fildeo desde la primera base. Todo fue alegría.

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AMOR A MÉXICO

Cabe recordar que Stefanía Aradillas fue la única representante del equipo nacional que participó en Tokio que nació en México. La selección, formada casi en su totalidad por jugadoras estadounidenses con raíces mexicanas, tuvo una buena participación al culminar en el cuarto lugar, sin embargo, el escándalo que se dio tras conocer que algunas habían tirado sus uniformes en los botes de basura de la Villa Olímpica desencadenó que las principales figuras renunciaran al combinando nacional.

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