Brian Sales

FOTO: José Luis Melgarejo | Mexsport

La crisis de Pumas está desde el torneo pasado en el que quedaron fuera de la reclasificación. Para este Apertura 2021 apostaron por la salida de Facundo Waller, quien brilla en San Luis, de Juan Pablo Vigon a Tigres y de no renovar a Juan Manuel Iturbe, quien volvió a Europa. Prefirieron optar, dada la economía del club, en elementos más baratos, pero sin un cartel importante que los llevara a tener argumentos para jugar en un equipo grande del futbol mexicano. Trajeron de la cuarta división de Brasil a Higor Meritao y José Rogério, además de Washington Corozo, Efraín Velarde y Octavio Paz, pero, hasta la fecha ocho, ninguno logra dar resultados.

Todos sus refuerzos para esta campaña, fueron a préstamo, de acuerdo con Transfermarkt.co.uk

De todos ellos, sólo dos acumulan la mayor cantidad de minutos. Se trata de Meritao y el “Chispa”. Sin embargo, no llegan a sobrepasar el 70% de minutos posibles. El brasileño se desempeña como contención o interior, al lado de tipos como Erik Lira o Leonel López. Sin embargo, ya cometió hasta un penalti en su posición y, pese a que es uno de los elementos que pisa el área de forma recurrente, aún no tiene ninguna anotación en su historial, mucho menos una asistencia.

El caso de Velarde es particular. Le dieron la oportunidad de jugar en el desenlace de su carrera en el equipo al que ama, pero no logró hacerse de la titularidad ante Jerónimo Rodríguez, elemento que vivió un Guard1anes 2021 de terror. De los ocho juegos que van, sólo en la mitad lo hizo como titular, pero Rodríguez le volvió a comer la carrera por el puesto, al grado de que ya no se le toma como uno de los de más bajo desempeño dentro de la cancha. Y es que el problema de Pumas no pasa por la zona baja o la contención, sino en el ataque.

Adelante, Washington Corozo fue el artífice de la única victoria que puede presumir el equipo en este torneo. Entró ante Puebla, marcó un gol y brindó una asistencia, pero no logró repetir esos minutos en las demás fechas. Tiene apenas 249 minutos, lo que equivale al 34.58% de minutos posibles. La cuestión física le pesa el doble pese a sus 23 años. Aún no está listo físicamente para aguantar un partido de 90 minutos, situación inexplicable para un refuerzo. En la mayoría de los partidos, su ingreso desde el banquillo no brinda una sensación de peligro para el rival, razón por la que el equipo no acumula goles.

José Rogério no se queda atrás. Entre el tema de Covid-19 y lesiones, suma apenas 199 minutos. Apenas vio acción en cuatro juegos y sólo en dos fue titular ante la ausencia de los titulares. El brasileño de 20 años sólo logró capitalizar un gol en la Leagues Cup, pero en la Liga simplemente no funciona. El caso de Octavio Paz es diferente, ya que llegó para ser tercer portero y sólo está en la institución para ser el bombero en caso de que Alfredo Talavera y Julio González no puedan estar.

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“PALERMO”, EL ÚNICO

La excepción, por sorprendente que parezca, llegó desde Pumas Tabasco. Ante la salida de Johan Vásquez, y la incapacidad de traer a un elemento de renombre como solicitó Andrés Lillini, optaron por registrar a Arturo Ortiz, de la filial, con el primer equipo. La decisión fue criticada, pero salió bien. El “Palermo” fue aplaudido desde su primer partido ante Necaxa, pese a que los golearon. A lo largo de los encuentros cada vez se le nota una mejoría y se le ve, incluso, en mejor nivel que Nicolás Freire, pilar de la zaga. Suma 360 minutos y será titular mientras las lesiones lo respeten, ya que tiene 29 años. Parte de la responsabilidad de que Pumas no camine es la elección de los refuerzos, quienes no responden en un equipo que hace tiempo perdió el rumbo.

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