Brian Sales

Foto: Ramón Romero

Atlante no gustó en su presentación ante los Toros de Celaya, sin embargo, merecía ganar el partido. Un golazo de Joaquín Hernández abrió la cuenta en la primera mitad, pero un polémico penalti en los minutos finales amargó la fiesta. El árbitro central Ismael López decretó el tiro desde los once pasos por una supuesta mano dentro del área, y Eleuterio Jiménez no perdonó, 1-1 final. Un punto para cada equipo, aunque las sensaciones no son buenas para ninguno. Los primeros 45 minutos fueron para los Potros, mientras que la visita se apoderó del complemento.

La tradición de los domingos a medio día en el estadio Ciudad de los Deportes inició son mucho movimiento. Durante los primeros minutos, ambas escuadras se estudiaron y prefirieron esperar antes de arriesgar la posesión del balón y las jugadas de peligro. Alfonso Tamay fue la llave del peligro en la primera mitad para los locales. Sus aproximaciones al frente generaron peligro en el arco de Guillermo Allison, pero no lograron concretar sus avances. Edson Partida, dese la banda, también generó acciones de gol con sus centros que siempre buscaron la humanidad de Joaquín Hernández.

Los visitantes no la pasaron bien en la capital del país. Muy rápido tuvieron que hacer un movimiento por lesión. Catalán no pudo más, por lo que tuvo que modificar en la zona baja Israel Hernández. Pese a eso, los Toros batallaron demasiado para salir con balón controlado ante la presión y posesión de los Potros. Cuando mejor jugaban los azulgranas, Joaquín Hernández hizo un poema de gol y adelantó a los suyos. Recibió a las afueras del área, se perfiló hacia su pie derecho y sacó un riflazo cruzado que dejó parado a Guillermo Allison. El ex arquero de Cruz Azul fue un espectador más ante el potente tiro del atacante de los Potros.

Ya en la parte complementaria, Celaya corrigió el rumbo con sus modificaciones y le cambió la inercia al partido. Ingresaron Ricardo Marín y César Santana, quienes le dieron frescura al esquema táctico y lograron tener más tiempo el balón en sus pies. Hubo constantes llegadas con el afán de empatar el cotejo, mientras que el equipo de Mario García apostó por los contragolpes. También hubo modificaciones de los locales tras la presión de los Toros.

Entraron Christian Bermúdez y Ramiro Costa, pero ninguno de los dos logró marcar una diferencia en la zona alta del equipo. Se centraron en recoger los balones que Celaya dejaba en el camino en la búsqueda del empate, pero equivocaron las decisiones en sus embates y no lograron ampliar el marcador. Perdonaron y les salió caro. Ya en la recta final del partido, el árbitro central optó, de forma polémica, en marcar un penalti por una mano dentro del área, aunque no fue con intención y la tenía pegada al cuerpo.

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El menos culpable fue Eleuterio Jiménez, elemento que saltó al campo minutos antes y fue el encargado de convertir el tiro desde los once pasos para decretar el empate en la capital del país. Atlante no tuvo el mejor funcionamiento en casa, mientras que los Toros, gracias a un polémico penal en los minutos finales, encontraron oro mientras buscaban cobre y salieron con un punto del estadio Ciudad de los Deportes.

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