Miguel Ángel Rodrigo Mújica

FOTO: Ramón Romero | ESTO

Llegó Chivas y la capital se pintó bicolor. Rojo y blanco pintaron las zonas que el equipo más popular del país pasó. El Rebaño Sagrado llegó por la tarde al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y causó revuelo.

Desde tempranito, los aficionados arribaron a la terminal aérea. Muchos con su playera, otros con pancartas, pero todos con un mismo sentimiento, sentir de cerca de los ídolos que semana a semana los hacen vibrar.

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El cambio de timón no significó nada para los que llegaron con el ánimo de reclamos. Practicaron sus reproches y afinaron la garganta, aunque cuando el avión aterrizó, todo pasó a segundo termino. La seguridad del Rebaño formó un pasillo que sería por donde pasarían los ídolos, la gente respetó, hasta que comenzaron a salir.

La terminal comenzó a vibrar con cánticos. “¡Chivas, Chivas!” retumbó por todos los rincones del lugar. Uno que otro turista se quedó a observar como uno de los equipos más queridos del país llegaba previo al encuentro más importante de la temporada.

La novedad la dio Alexis Vega. El delantero sí hizo el viaje y hasta podría ser titular hoy en el Azteca. Los seguidores lo notaron y lo animaron. “échale ganas Vega” “tu puedes Alexis” fueron las voces que acompañaron al sonriente medallista de bronce en Tokio.

Así pasaron los jugadores, Olivas, Sepúlveda, el Chapito Sánchez y hasta leyendas del club como el Tilón Chávez, fueron arropados de inmediato.

Sin pasar desapercibido, Marcelo Michel Leaño hizo su primera declaración desde su arribo al Rebaño. “Prepárense, va a ser un partidazo, se van a sentir orgullosos, arriba las Chivas”, prometió el entrenador.

Ya envalentonado, fue contundente. “Le vamos a callar la boca a todo México”.

La termina llegó a su éxtasis en unos cuantos segundos. El Rebaño tomó su camión y se dirigió al sur de la CDMX, donde ya lo esperaban para una serenata en su hotel de concentración.

El Guadalajara no se le ocultó a su gente, correspondieron y salieron a convivir un rato. Antonio Briseño tomó una bandera, el Tiba Sepúlveda, Luis Olivas y Alexis Vega se dieron el tiempo de atender a la gente.

Incluso, la gente le regaló al Tilón Chávez un recuerdo que no olvidará. El ahora auxiliar de Marcelo Michel Leaño fue aclamado por los 250 o más aficionados en el hotel.

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La tarde se terminó al sur de la ciudad y la noche arribó con una luna resplandeciente que sirvió como marco perfecto para un idilio que va más allá de los resultados deportivos. Ni siquiera la lluvia opacó el arribo del rojiblanco.

Así llegaron las Chivas a la capital, listas para afrontar a su máximo rival y corresponder el cariño de su gente con un resultado que llene de orgullo a sus hinchas.

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