José Ángel Rueda

FOTO: TODD OLSZEWSKI | AFP

Cada determinado tiempo, surge en la NFL un quarterback capaz de revolucionar la estadística. La mayoría de los que integran las listas de honor lo hacen por la precisión y el talento que tienen en sus brazos. Sin embargo, hay algunos que lo logran por la calidad que hay en sus piernas como Lamar Jackson.

Cuando se evoca a un mariscal de campo corredor casi siempre surge la figura de Michael Vick. El ex quarterback de Falcons y Eagles dedicó su carrera a volver locos a los defensivos con sus movimientos. Era común verlo escapar de situaciones imposibles. La selección número uno del Draft del 2001 jugó 13 temporadas, en las que registró 6,109 yardas por tierra. La marca parecía insuperable hasta que surgió el nombre de Lamar Jackson.

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Las comparaciones entre ambos quarterbacks son inevitables. Lo hecho por el jugador del los Ravens en apenas tres temporadas le permiten tal privilegio y lo colocan como un candidato sólido a convertirse en el mejor quarterback corredor de la historia. Si se parte del hecho de que sólo Vick y Jackson han superado las 1,000 yardas por tierra en una temporada, la conversación sólo es de dos. No existe ni ha existido nadie capaz de competirles.

Michael Vick registró 1,039 yardas en el 2006; es decir, hasta su sexta temporada. Aquella marca rompió las barreras entre los quarterbacks acostumbrados a sorprender mediante su movilidad. Antes, mariscales como Randall Cunningham y Steve Young habían marcado el camino, pero Vick era otra cosa.

Lo hecho por Lamar Jackson supera con creces los números de Vick en sus primeras temporadas. El egresado de Louisville registró 695 yardas en su año de debut, sin embargo, una vez afianzado en la titularidad, sumó 1,206 yardas en el 2019 y 1005 en el 2020, pulverizando las 289, 777 y 255 de Vick en sus primeros tres años.

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Es decir, Lamar arribó a la liga con un estilo ya definido, mientras que Vick explotó esa cualidad con el paso de las temporadas, hasta llegar su consolidación en 2004, 2005 y 2006, cuando corrió 902 yardas, 597 y 1,039, respectivamente.

La irrupción de Lamar Jackson le ha permitido, en apenas 48 partidos, posicionarse como el decimosegundo mejor quarterback corredor de la historia con 3,099 yardas. Michael Vick es el líder de esa lista, con 6,109 yardas en 143 partidos. La proyección simple, sin contar con los imponderables, por supuesto, colocan a Lamar en una posición inmejorable para superar ese registro.

Como contexto, Cam Newton, quien también hizo de la carrera un estilo de juego, es el segundo lugar de la lista. La primera selección del Draft del 2011 registra 5,398 yardas por tierra en 140 partidos. Randall Cunningham, figura de Eagles, es el tercero, con 4,928 yardas en 161 partidos. Russell Wilson es el cuarto lugar, con 4,531 yardas en 146 partidos.

El quarterback de los Seahawks solía correr mucho más en sus primeras campañas, sin embargo, poco a poco fue cambiando su estilo. La leyenda de los 49ers, Steve Young corrió para 4,239 yardas en 169 juegos. Steve McNair y Donovan McNabb registraron 3,590 y 3,459 yardas en 161 y 167 partidos, respectivamente, mientras que Colin Kaepernick, otro de los mariscales que cautivó al mundo por su manera de correr, sumó 2,300 yardas en 69 partidos, sin embargo, su carrera se vio truncada por problemas políticos. Todos estos números no hacen más que dimensionar el poder que tiene la carrera de Lamar Jackson. ¿Le alcanzará para ganar un Super Bowl? Ya lo veremos.

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