BRIAN SALES

FOTO: MEXSPORT

El Pacto de Caballeros atemorizaba a los jugadores, pero engrandecía el poder que tenían los dueños de los equipos y los directivos de pantalón largo. Fueron pocos los valientes que alzaron la voz en su momento y que dejaron ver la situación que marginaba sus derechos como trabajadores. Para José Antonio García, ex jugador de Pumas que mantiene una demanda ante el TAS ante la institución recordó en charla exclusiva con el Diario de los Deportistas la vez que no se quiso ir a la liga de Ascenso y omitieron sus ofertas de la Primera División.

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“A mí me tocó vivirla una vez, que fue mi única transferencia. Me mandaron a Zacatepec. Aunque fue un préstamo. Antes había un Draft de Primera División y un día después el del Ascenso. Mi intención era ir a un equipo de la Liga MX. Hablé con la directiva y me dijeron que buscarían lo mejor. Llegó el día y hablé con mi representante. Me dijo que había posibilidad de ir a algunos equipos, que era cuestión de esperar. Si ese día no salía nada, te quedabas sin jugar o te ibas a segunda. En Pumas me dijeron que no había equipos interesados, por lo que terminó el día y no pude salir”, comentó el ex defensor.

El ‘Quesos’, como se le conocía dentro del grupo cuando era futbolista, tampoco tuvo la posibilidad de ir a un equipo importante en la Liga de Ascenso, la cual ahora es de Expansión, sin ascenso ni descenso. Al final, sin que se le consultara alguna opinión, se enteró por las redes sociales del club que ya estaba fuera. Vivió su último entrenamiento con Pumas y sólo hasta el final, después de medios y aficionados, supo que se iba cedido al Zacatepec.

“Al día siguiente les pedí buscar a un equipo que compitiera, como el Necaxa y el Atlante. Ese día me voy a entrenar, y cuando regreso, ya me habían dado las gracias en el club y me presentaron en Zacatepec. Yo no sabía nada y no pude dar mi opinión. Hablé con mi representante y me dijo que no podía hacer nada, porque el equipo metió la papeleta y no había marcha atrás. Así me la aplicaron cuando Pumas decidió no contar conmigo. Aunque tuviera equipos interesados, no había vuelta atrás”, añadió.

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Ese fue su caso, pero al estar en diversos planteles a lo largo de su estadía en Pumas, supo de más historias de compañeros de profesión que se quedaron sin empleo. Incluso, recordó cuando tenían que ir a rogar trabajo tras una reja o en el lobby de los hoteles cuando se realizaba el famoso Draft, otra de las prácticas nocivas que tenía el futbol mexicano y que se erradicó hace un tiempo. Para él, era algo demasiado denigrante.

“De compañeros, son demasiados. Ellos jugaban con los tiempos. Había elementos que tenían un buen contrato, pero como el Draft tenía una hora, te apretaban hasta que te bajaban todo el juego. Muchos compañeros agarraban lo que había y no lo que en realidad cobraban. Nunca tuve la mala pasada de tener que ir, pero hubo compañeros que fueron al draft con sus papeles para pedir trabajo afuera de una reja. Era una situación denigrante para los jugadores. Ya se cambió y se deshizo todo. Ya es normal, como en todo el mundo”, mencionó.

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De forma curiosa, Jose Antonio García también hizo memoria y logró recordar sus pláticas con jugadores extranjeros que llegaban por primera vez al país. No lo podían creer y les costaba entender la forma en la que funcionaba el pacto. También hizo mención de que la FIFA se lavó las manos al no estar estipulado en ningún papel.

“El Pacto de Caballeros era difícil porque la FIFA no podía hacer nada. Al no existir papeles o algo escrito, no se podían meter. Era todo de palabra. Me tocaba mucho cuando había jugadores extranjeros que no entendían lo que pasaba, me decían siempre con asombro que eso no existía, pero sí, en México pasaba para defender el negocio. Por fortuna, aunque sea tarde, desapareció. Teniendo un periodo de transferencias más largo, tanto jugadores como clubes salen beneficiados, ya que pueden hacer las cosas con más tiempo, como es en todos lados”, finalizó.

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