JOSÉ ANGEL RUEDA 

El video acumula millones de reproducciones. Guardiola mira a Messi embelesado, mientras las imágenes a través de la pantalla narran la secuencia de un Barcelona vs Real Madrid. El argentino camina, observa a la distancia cómo Nacho, Ramos y Marcelo quieren salir con la pelota controlada. A los ojos del mundo parece que la inmovilidad de Messi es pura falta de ganas, pero Guardiola, que lo conoce como pocos, explica cómo son esos momentos en los que el genio dibuja en la mente sus próximos movimientos, entonces, minutos después, el gol que lo decide todo llega gracias a un pase suyo.

“No está fuera del partido, está participando. Mueve la cabeza, derecha, izquierda, izquierda, derecha. Sabe exactamente lo que va a pasar, pero su cabeza siempre se está moviendo. No está corriendo, pero siempre está mirando lo que pasa. Huele los puntos débiles de la defensa. Después de cinco o diez minutos, tiene el mapa en los ojos y en el cerebro para saber exactamente cuál es el espacio y cuál es el panorama. Es como estar en la jungla y tener que sobrevivir. Él sabe que si se mueve por determinado lugar, tendrá más espacio para atacar”, dice Guardiola.

Durante cuatro años, el técnico catalán aprendió a ver a Messi desde adentro. El estratega dedicaba las mañanas en la ciudad deportiva Joan Gamper a moldear con las manos de un artesano el juego del argentino. El artista aguardaba el momento preciso para mostrar su creación en aquellos escaparates que representaban los partidos. Cada fin de semana configuraba un acto nuevo.

Una década después, visto todo desde esa calma que ofrece el tiempo, resulta difícil medir la influencia que cada uno tuvo sobre el otro. El técnico logró impulsar la mejor versión del jugador, mientras que Messi fue determinante en la madurez táctica de uno de los técnicos más determinantes de los últimos tiempos. Aquel Barcelona era de Guardiola, pero también de Messi.

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias, manda la palabra ALTA en este enlace

VÍCTIMAS DE SU PROPIO GENIO

Aunque hay quien hubiera querido que técnico y jugador fueran inseparables, la vida los llevó por caminos distintos. Guardiola se fue muy pronto del Barcelona, mientras que Messi tuvo que evolucionar al calor de otras ideas. Más allá de que mucho se especuló sobre una probable reunión de ambos en el Manchester City, el argentino terminó fichando por el PSG, frustrando el sueño del recuentro. Eso sí, podrán saludarse este martes, sólo que como rivales, cuando el equipo inglés visite al francés en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League.

A lo largo de estos años no abundan los enfrentamientos oficiales entre ambos. Son más bien pocos, considerando que el técnico salió del Barcelona hace nueve años. La estadística marca que Messi y Guardiola se han visto las caras en cuatro oportunidades. El saldo es parejo, dos triunfos para cada quien, sin embargo es en el apartado de los goles donde el estratega no ha podido frenar al monstruo que él mismo creó. Ya son seis tantos los que suma el argentino cuando tiene enfrente a un equipo dirigido por Pep.

El primer antecedente se dio en la temporada 2015. El Barcelona y el Bayern Múnich se enfrentaban en las semifinales de la Champions y apenas en el partido de ida Lionel Messi fue capaz de poner en duda el sistema de Guardiola. El argentino encaminó la eliminatoria con dos goles en el Camp Nou, el segundo es el que más se recuerda, con ese amague dentro del área que dejó a Boateng tirado para luego definir con un disparo picado ante la salida de Neuer. Para la vuelta, en el Allianz Arena, Messi fue maniatado y el Bayern se quedó cerca de la remontada.

Dos años después, ya con Guardiola en el Manchester City, coincidieron en el grupo C de la Champions League. El partido disputado en el Camp Nou una vez más fue un recital de Lionel Messi, al marcar tres de los cuatro goles.

“Cuando lo conocí ya hacía estas cosas y las sigue haciendo, es un jugador muy bueno”, fueron las palabras del técnico. Semanas después, en el Etihad Stadium, el Manchester City derrotó 3-1 al Barcelona, sin embargo el único gol de los culés lo marcó el argentino, como para dejar constancia de su dominio.

Este martes la historia deparará un nuevo choque entre ellos, sólo que esta vez, a diferencia de otros años, Messi llega en un momento plagado de dudas. Será ante Guardiola, su mentor, que busque marcar su primer gol con el París Saint-Germain. El escenario está puesto.

?Escucha nuestro podcast?