Miguel Ángel Mujica | Enviado

Foto: Luis Garduño | Enviado

El Cuscatlán no espantó a Gerardo Martino. El entrenador del Tricolor aclaró que no viajaron desde el lunes por cuestión de miedo, sino porque en el Centro de Alto Rendimiento se sentían más cómodos.

El Tata aceptó que el estadio salvadoreño será de los grandes enemigos que tenga México, pero la gente fuera de la cancha no jugará ante sus pupilos.

“Quiero aclarar, el plantel está bien. Viajamos el día de hoy (por el simple hecho de que se trabaja más en la recuperación que en trabajo de campo.

Encontramos las mejores condiciones en el CAR”, dijo y continuó “después de la cena hablaré con los jugadores. Hemos visto las cualidades de El Salvador. Me gusta enfocarme en lo que pasa en la cancha, las cuestiones en la periferia que también juegan en un papel, si se rinde en lo que esperado, poca injerencia lo que suceda en el entorno, eso es claro”, dijo.

El cansancio es, ahora mismo, el primer rival del Tricolor. “Lo tenemos en cuenta. Lo que sucede ahora en Selección, la continuidad que vienen en los clubes, a lo mejor no es lo mismo la situación de Gallardo, Edson, no es la misma Herrera y Lozano. Raúl si ha jugado todos los minutos. Son cosas que tenemos en cuenta.

Apelamos a la parte científica, pero también ver cómo se siente. En el futbol las lesiones y golpes son permanentemente vigente. Lozano tuvo una lesión importante en Copa de Oro, Jiménez se lesionó en la Premier, no tiene que ver con El Salvador”, dijo Gerardo.

No descartó rotaciones en el 11 que presente ante los albiazules. “Citamos jugadores para que jueguen, no para tenerlos a un lado de la cancha según la dificultad del juego, pero también pienso en el ser humano. Han jugado tres partidos en 10 días, el viaje, las condiciones, todo influye, vamos a mermar un poco el ritmo de todos”, aclaró.

El juego pasado en el Azteca es una muestra del potencial que pueden mostrar. “El único mensaje que tenemos en cuenta para el partido de mañana (hoy) es repetir lo hecho en casa ante Honduras. No importa sea en casa o visita, esa fue una actuación muy convincente, la de Canadá fue todo lo contrario, pero la última es la que nos ocupa y de ahí partimos”, resaltó.

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De los cuscatlecos sólo tuvo palabras de reconocimiento. “Entre enfrentar a una selección en Copa de Oro ha hacerlo en casa hay diferencia. La localía vale y hay que tenerlo en cuenta. Este equipo será similar, muy agresivo, bastante dinámico, que busca asociaciones, En algunos momentos lo hemos visto realizar pelotas largas, pero los rasgos más importantes se siguen obteniendo”, dijo y se refirió a las siguientes tres salidas que tendrán los Tricolores.

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“Debemos de centrarnos en los rivales en la medida que se va tocando, después analizaremos a Estados Unidos y Canadá, hoy toca acá. La verdad es que lo que uno presupuesta como puntaje ideal es de acuerdo al nivel del equipo”, remató.

México solo peloteó en el reconocimiento de cancha

Del ajetreo de El Salvador, a la pasividad del Tricolor. En un solo día, el Cuscatlán vivió dos realidades diferentes. Los salvadoreños con un entrenamiento muy activo, con muchos movimientos en su parado y con la visión de un Hugo Pérez en búsqueda de un puesto cerca de los de arriba.

México fue una realidad muy diferente en el estadio cuscatleco. El equipo de todos arribó con tranquilidad y después de comer, se dirigió hacia la cancha que pisarán hoy.

El camión tuvo la misma formación que en la llegada. Gerardo Martino bajó primero y atrás de él todo el desfile de jugadores tricolores.

Tras una mínima charla, los jugadores y directivos bajaron al césped alto del Cuscatlán.

El coloso lució con el característico alumbrado amarillo y la grama alta. Algunos se pusieron en grupitos. Los europeos con sus bromas y risas que se escuchaban hasta las gradas. Guardado, Lozano y compañía recordaron buenos momentos en la cancha cuscatleca, mientras reían por aquí y por allá.

En otro lado, Orbelín Pineda y Raúl Jiménez peloteaban y competían para ver quién era el que más dominadas hacían. La diversión de ambos terminó cuando el Lobo de Tepeji, en un intento de golpear el travesaño, voló el esférico atrás de una portería.

El que lució muy concentrado fue Gerardo Martino. Junto a sus auxiliares, criticaron un poco el pasto. Gerardo Torrado se alcanzó a acercar, pero regresó al vestidor. El Tata no se fue contento por el pasto, aunque no lo pondrá como pretexto para buscar un resultado hoy.

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Los colores en la Selección se olvidan. Águilas y Chivas convivieron como si hace un par de semanas no hubieran tenido incidentes en el Clásico de Clásicos. Córdova, Henry, Antuna y Vega rieron en todo momento mientras Edson y Raúl se bromeaban.

Poco a poco el tiempo se acabó y las fotos no faltaron. Los porteros, algunos compañeros de equipo, como los Rayados y hasta una en grupo finiquitaron la presencia mexicana en el infierno azul.

Poco después, el regreso al hotel fue mero trámite. La Selección Mexicana está lista y hoy, ante toda la hostilidad blanquiazul, buscará mantener la cima del octagonal.

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