MIGUEL ÁNGEL MÚJICA | ENVIADO
FOTOS: LUIS GARDUÑO | ENVIADO

San Salvador.- La ocasión lo merece, el duelo más hostil de la Concacaf juntó a dos de los íconos más representativos de El Salvador y México. Ambos, muy a su estilo, estarán en el Cuscatlán hoy para el juego de la eliminatoria rumbo a Qatar.

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De un lado, el local, el Indio Cuscatleco. El poder y pasión de una nación representada en una figura blanquiazul que se pasea por donde se pare la Selecta. Del otro, el Caramelo, aquel representativo aficionado que carga por todos lados su bandera con la leyenda Chihuahua.

Ambos mostraron su rivalidad en cuanto a la preferencia por sus selecciones, pero contactaron a ESTO para conocerse. ¿Qué pasará?

La respuesta fue sencilla. Ambos, como si fueran grandes amigos desde siempre, se saludaron, se abrazaron y hasta se quisieron tomar una foto para la lente del Diario de los Deportistas.

Las invitaciones comenzaron del lado salvadoreño. “Yo quiero que mostremos un mensaje de futbol para todos. La verdad es que el Indio Cuscatleco siempre ha estado en contra de la violencia, en contra de recibir mal a cualquier aficionado y menos a los mexicanos, ellos son hermanos, gente que siempre nos recibe de la mejor forma y por eso lo saludo con mucho gusto”.

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La respuesta mexicana no tardó en llegar. “Una cosa es lo que pase dentro de la cancha y otra afuera, yo me siento honrado de la forma en que me estás recibiendo, por eso, te hago la invitación, cuando El Salvador visite a México, llámame, sin ningún problema, yo voy por ti al aeropuerto y nos vamos a comer lo que gustes”, sonrió. “Lo tienes todo grabado ¿verdad?”, agregó el salvadoreño

Todo el mundo presente a las afueras del Cuscatlán no pudo creer el emotivo mensaje de ambos, cuando se esperaba que hubiera una enemistad, los dos aficionados más grandes de sus respectivas selecciones se fundieron en un abrazo y firmaron una iniciativa para las horas antes del encuentro.

“Yo quiero invitar a todos los hermanos salvadoreños a que nos juntemos mañana, nos busquemos y junto a mi hermano el Caramelo, tengamos una noche increíble, de amor al futbol y de la hermandad que tenemos salvadoreños y mexicanos fuera de la cancha”, pronunció el local.

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“Sin dudarlo amigo, por acá nos vemos temprano, para echarnos una cervecita, sentirnos como en casa y disfrutar, ya sea que gane México o que gane El Salvador, esperemos que se un gran resultado para cualquiera de los dos”, remató el azteca.

Así fue como ambos se conocieron y junto al Diario de los Deportistas confirmaron una amistad que, seguramente, se mantendrá a lo largo, no solo de la eliminatoria, también para toda la vida.

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