JAVIER JUÁREZ 

FOTO CORTESÍA CLUB TIJUANA 

Chivas parece serie navideña, los rojiblancos se encienden y luego se apagan, el Rebaño le ganó 2-0 a Toluca el domingo, ese era el repunte o eso imaginaron sus seguidores, pero no, los rojiblancos regresaron a su realidad tras no hacerse daño con Tijuana, lo bueno para ellos y para muchos equipos es que las bondades que ofrece el futbol mexicano les permite seguir en los sitios de repesca y lo más seguro es que estén en la pelea por un lugar en la Liguilla.

Lo que les molesta a los aficionados tapatíos es que el equipo no juega bien, Chivas enfrentó al último lugar de la tabla general y no pudo lastimarlos. Xolos es el equipo más endeble de la competencia, el que más goles recibe, 22 en total y el Rebaño no pudo marcarles. El 0-0 fue una decepción para todos.

El marcador no le agradó a nadie, pero el desarrollo no fue tan tedioso, existieron jugadas de peligro, hubo ímpetu, pero la contundencia no la tuvieron ninguno de los dos. El mismo Talón de Aquiles de la era de Michel Leaño regresó.

El juego fue de menos a más, sin embargo, nunca logró detonar. El primer tiempo registró apenas tres tiros a la portería, dos de los rojiblancos y uno de Xolos, esa estadística evidenció que el balón estuvo lejos del área.

Leaño le apostó a tener a Uriel Antuna y Canelo Angulo como distribuidores de balón, mientras que Ángel Zaldívar y César Huerta estuvieron adelante. Michel puso a mucha gente ofensiva, sin embargo, la asociación no fue buena.

Tijuana estuvo atrás, poco futbol generaron, los perros aztecas dan la impresión de que están a la espera de las vacaciones. Xoloitzcuintles es el último lugar de la competencia y sus posibilidades de estar en la fase final se extinguen.

Eryc Castillo fue el futbolista que más ganas mostró, la Culebra gambeteó y ofreció tiros de lejos, sin embargo, careció de acompañamiento. Mauro Manotas permaneció solo enfrente, el colombiano no tuvo balones para rematar.

El balón estuvo en todo el campo, se movió constantemente, Jonathan Orozco entró en acción dos ocasiones, en ambas mandó el balón a tiro de esquina. Chivas quiso, eso es cierto, pero el candado no se abrió.

Michel Leaño supo que el triunfo era posible, el adversario nunca los inquietó, por eso dedicó los últimos 45 minutos de la batalla para irse al frente. El estratega rojiblanco metió a Isaac Brizuela y a Eduardo Torres.

Chivas estuvo adelante, con poca asociación, pero con mucho músculo y talento individual. El deseo de ganar fue evidente. El Rebaño busca estar en la fase final de manera directa, los rojiblancos pueden hacerlo, todos los equipos del futbol mexicano, sin contar al América, son irregulares y eso provoca que los lugares cambien mucho.

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Sebastián Méndez en su segundo juego en el futbol mexicano fue precavido, Xolos está en el sótano, pero no soltó a los perros prehispánicos. El Gallego prefirió ser sólido y luego desdoblar.

El ingreso de Fidel Martínez le cambió la cara a los locales, Alegría fue al frente, caracoleó como en sus mejores épocas y puso en apuros a la defensa rojiblanca.

El partido se jugó en las bancas, Leaño arremetió dándole minutos a Oribe Peralta y Cristian Calderón. El Cepillo y el Chicote han quedado a deber a lo largo del torneo, pero les dieron otra chance de saldar su deuda.

La batalla siguió con el mismo guion, mucha lucha, intensidad, roces, sin embargo, enfrente nadie encontró la brújula.

Méndez quemó sus últimos cartuchos con Miguel Sansores y David Barbona, el Gallego arriesgó tarde, pero el triunfo era posible.

Andrés Esquivel agregó 5 minutos, el tiempo era suficiente para romper el empate, sin embargo, el miedo de perder rodeó el ambiente. Las últimas jugadas fueron similares a todas las demás, llegadas al área, pero con poca claridad.  El tiempo se agotó. Los goles se extraviaron. Nadie sabe dónde están.

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