JOSÉ ÁNGEL RUEDA 

FOTO: REY DEL RIO | AFP 

Hay varios factores que los reclutadores observan en un receptor para elegirlo por encima de otros jugadores. Aceleración, separación, capacidad para correr sus rutas y seguridad de manos son algunas de las cosas que llaman poderosamente la atención de los equipos cuando buscan un ala abierta. Aunque la mayoría tienen parámetros similares, la diferencia entre un jugador promedio y una superestrella resulta abismal dentro del emparrillado. 

Durante el pasado Draft, cinco receptores fueron elegidos en la primera ronda. El primero en salir fue Ja’marr Chase, quien fue tomado por los Bengals como quinta selección global. Un pick más tarde, Jaylen Waddle fue reclutado por los Dolphins. En la posición 10, los Philadelphia Eagles tomaron a DeVonta Smith, mientras que los Giants eligieron a Kadarius Toney en el turno número 20. Finalmente, los Ravens se decantaron por Rashod Bateman, con el pick 27. A excepción de este último, quien apenas se recuperó de una lesión, todos tuvieron un impacto inmediato en sus respectivas ofensivas.

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Del grupo de receptores drafteados en primer ronda Ja’marr Chase es el alumno más destacado. El egresado de LSU tuvo una pretemporada difícil, al soltar varios pases, sin embargo, una vez comenzada la temporada se ha posicionado como uno de los firmes candidatos a convertirse en el novato del año. 

Los número de Chase son espectaculares. No sólo lidera el juego aéreo de los Bengals, sino que lo hace con holgura. En seis partidos, el receptor acumula 553 yardas y cinco touchdowns en 27 recepciones. Para entender su trascendencia, Tyler Boyd, segundo en la lista con una recepción más, tiene 290 yardas y un touchdown; es decir, Chase, en esa conexión que desarrolló con el quarterback Joe Burrow desde sus tiempos universitarios, le dio vértigo y profundidad al ataque de Cincinnati.  

El segundo más destacado de la lista es DeVonta Smith. El receptor campeón con Alabama y ganador del trofeo Heisman llegó a la liga con muchas expectativas, y poco a poco va demostrando su capacidad. Con los Philadelphia Eagles pronto se posicionó como el líder receptor del equipo, al acumular 345 yardas y un touchdown en 27 recepciones. Smith es por mucho el receptor más utilizado por Jalen Hurts, a quien también conoció en el colegial. El que le sigue es el jugador de segundo año Quez Watkins, con 311 yardas. Dallas Goedert, Zach Ertz y Greg Ward aventajan en touchdowns, con dos cada uno. La salida de Ertz a los Cardinals puede abrir oportunidades a Smith en la zona roja. 

En Miami, Jaylen Waddle también ha tenido sus oportunidades, aunque ha sido un tanto víctima del mal momento de los Dolphins. Aún así, el egresado de Alabama se ha convertido en un arma importante en zona roja, al acumular tres touchdowns en lo que va de la campaña. Waddle también es el receptor más utilizado por Tua, un viejo conocido en su etapa universitaria, con 37 recepciones. En cuanto a yardaje, sólo es superado por el ala cerrada Mike Gesicki, quien tiene 342 por las 301 del novato. 

En los Giants, el nombre de Kadarius Toney ha tomado relevancia en las últimas semanas. El egresado de Florida tuvo un inicio lento, pero una vez que hizo su aparición dejó claro de lo que es capaz, al convertirse en el líder receptor de su equipo. En 28 recepciones, Toney registra 317 yardas, firmando ante los Cowboys, en la semana 5, su mejor partido, al sumar 189 en 10 recepciones. Durante el partido frente a los Rams, Toney una vez más se enfilaba a ser el hombre determinante, sin embargo, una lesión en el tobillo lo sacó del duelo demasiado pronto. Aún así, el futuro es prometedor. 

Finalmente, Rashod Batema superó sus molestias en la ingle y pudo hacer su esperado debut con los Ravens. El receptor tuvo algunas jugadas en la victoria sobre los Chargers y dio muestras de su capacidad en los momentos determinantes, al sumar 29 yardas en cuatro recepciones, todas para conseguir la primera oportunidad. 

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