MARCO MONTOYA

FOTO: Reuters

Reponerse de los problemas fuera del emparrillado se ha vuelto una tarea titánica para los Raiders. La franquicia de Las Vegas debió despedirse en un mes de tres piezas clave para su futuro. El entrenador Jon Gruden, el receptor Henry Ruggs y el esquinero Damon Arnette ya no forman parte de sus filas.

Los malosos se vieron forzados a cortarlos, la magnitud de sus situaciones llevó a que ni siquiera hubiera necesidad de pensarlo, horas después de que se informaran los hechos, inmediatamente terminaron sus relaciones.

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Las vicisitudes comenzaron el 8 de octubre cuando salieron a la luz correos con mensajes discriminatorios y misóginos del entonces head coach Jon Gruden. El ataque fue dirigido al director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NFL, DeMaurice Smith, pero no se conformó allí.

Llamó ‘maricón’ al comisionado Roger Goodell, explotó contra la inclusión de mujeres en las planillas de árbitros y criticó la llegada de jugadores abiertamente homosexuales a la liga, como lo fue el del defensivo Michael Sam en 2014.

Como resultado, se reunió con el dueño Mark Davis y acordó su salida de la franquicia: “Amo a los Raiders y no quiero ser una distracción. Gracias a todos los jugadores, entrenadores, personal y fanáticos de Raider Nation. Lo siento, nunca quise lastimar a nadie”, se lee en un comunicado.

Dentro de la NFL trascendió que todavía hay más correos denigrantes, sin embargo, se omitirá volverlos públicos. Ahora Gruden lanzó su contraataque, demandó a la liga y el comisionado por arruinar su carrera. Cuando llegó a los Raiders en 2018 firmó por 10 años, ni siquiera logró completar el cuarto.

Las Vegas todavía no se reponían de haber perdido a su entrenador cuando debieron de enfrentar otro momento incómodo, cortar a su primera selección del Draft de 2020.

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La madrugada del 2 de noviembre, Henry Ruggs fue captado conduciendo a más de 250 kilómetros por hora en estado inconveniente, el receptor provocó un accidente en el que murieron una persona y su perro. El vehículo impactado se incendió, por lo que las víctimas quedaron calcinadas.

A horas del incidente, el equipo rescindió su contrato. Actualmente enfrenta cinco cargos, mientras su situación legal se resuelve, se encuentra en arresto domiciliario. Podría terminar con una condena de 50 años de prisión.

Unos días después, el esquinero Damon Arnette, quien también fue tomado en el reclutamiento colegial de 2020, recibió su despido.

El jugador apareció en un video que se esparció en las redes sociales amenazando de muerte a personas con tres armas en su poder. 

“No podemos soportar el video de Damon con un arma, amenazando con quitar una vida. El contenido fue inaceptable, contrario a nuestros valores y nuestro propietario Mark Davis ha sido muy claro y muy consistente que este no es el modo en que vamos a conducirnos en la comunidad”, señaló el gerente general Mike Mayock.

Los Raiders pusieron el ejemplo al cortar a la brevedad a sus tres elementos, pero en el recuerdo permanecerá el mes para el olvido que han vivido fuera de los campos porque dentro, a pesar de lo sucedido, la organización encabezada por el quarterback Derek Carr ha encontrado la manera de continuar en la pelea por la División Oeste.

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