Marysol Fragoso

FOTO: Martín Montiel

El menor de los toreros de la familia Aguilar: Miguel quien toreó el pasado 14 de noviembre en La Plaza México, durante la primera novillada del serial de reapertura, donde cortó una oreja a cada toro de San Diego de los Padres, que enfrentó, dejó su suma en este coso en diez orejas en nueve tardes, a partir que en 2016, cuando debutó en ese escenario, como novillero sin picadores.

Miguel se constituyó como el mejor mexicano de ese escalafón desde entonces, destacando que el corte de apéndices va de la mano de estupendas faenas, que apuntalan su calidad. De todo ello, conversó la víspera con ESTO.

RECIBE EN TU CORREO LA INFORMACIÓN MÁS DESTACADA DE LOS DEPORTES, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!

“Al torear demostré ambición pero también evolución”, señaló en referencia al poco juego que le presentaron sus astados, ante los que se impuso con inteligencia, decisión, alegría y manejo de la técnica: “sabía la necesidad que tenían los aficionados de disfrutar de buenas faenas, de vernos a los novilleros torear a buen nivel, por eso, no podía fallar ante la expectación con exigencia que estaba sobre mí cuando ya había cuando salió de toriles mi segundo novillo, pero, más allá de la oreja que corté, yo destaco el planteamiento de faena que le hice al novillo”.

Acerca del toreo fino y elegante que ejecuta señaló: ”Me salieron bien las cosas porque aproveche la gran voluntad que tuvo el astado para embestir, a pesar que estaba muy medido físicamente de una pata, pero pude torear a buen nivel y mi toreo ganó en reposo, pues aunque había muchas teclas que tocar; lo conseguí.

Hizo un balance final de la que fue su reaparición en la monumental capitalina: “Fue una buena actuación que contó con mucha mentalidad y que ha servido para afianzarme en el gusto de la gente ya que en esta oportunidad a estos novillos hubo que saber sacarles sus virtudes para entonces aprovecharlas con muchas ganas de tener éxito y al final de cuentas así fue”.

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias, manda la palabra ALTA en este enlace

Por otra parte, apuntó que una gran motivación fue haber usado un terno color azul marino y oro que le perteneció a su hermano, el matador Mario Aguilar: “Al haber vestido este terno lo hice con mucho cariño y orgullo, es como si me hubiera puesto la piel taurina de mi hermano. Fueron sensaciones y sentimientos más que emotivos los que viví al actuar enfundado en ese traje de luces; como si Mario me hubiera estado acompañando en todo momento, ayudándome, orientándome y exigiéndome, pues él quería que yo fuera mejor que él”.

Detalló: “Tengo la suerte de haber salido tres veces a hombros de La México y cada vez lo siento más bonito, cada vez es más gratificante. La gente te da su entrega, su calor y es muy bonito sentir eso. Yo creo que es un sueño que cuando lo cumples quieres más; yo quiero más y haré lo que sea necesario para volver a conseguirlo”.

Aguilar obtuvo su primera salida en volandas cuando fue novillero sin caballos, el 3 de septiembre de 2017; luego, como novillero con picadores, en octubre de 2019, cuando cortó tres orejas; ahora, este pasado domingo 14 de noviembre, con dos orejas, volvió a cruzar, en olor de multitudes, por debajo de la Puerta del Encierro.

Finalizó al señalar que su intención es volver a torear a España durante 2022, “para hacer campaña en plazas de primera, con el objetivo de ganar fuerza para obtener la alternativa”, finalizó.

Te recomendamos: WTA Finals: Garbiñe Muguruza es la primera finalista, fulminó a Paula Badosa

?Escucha nuestro podcast?