Brian Sales

Foto: Brian Sales

Luego de un entrenamiento emotivo, donde los visitó Benjamin Galindo, las Chivas llegaron a la Ciudad de México, a la que le llaman “Capital Rojiblanca” por los tradicionales recibimientos que su afición suele hacer en el Aeropuerto Internacional. Sin embargo, esta vez que sólo estuvieron de paso, la fanaticada del Rebaño Sagrado no se hizo presente y los dejaron hacer su escala en calma para partir en un camión a Puebla. Sólo dos aficionados son los que estuvieron pendientes para pedir una foto, autógrafo y para darles ánimo antes de su compromiso más importante del semestre.

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Tal es el caso de Alejandro Contreras, quien, con un amigo, se dieron cita en la Terminal 2 con la finalidad de conseguir algunas fotos y firmas, además de la posibilidad de estar cerca de sus ídolos por algunos momentos en lo que caminan de la puerta de llegadas nacionales hasta su camión.

“El amor a la camiseta no se acaba, sin importar los resultados. Esperemos que puedan sacar una victoria el sábado y acceder a los cuartos de final”, indicó el aficionado, quien portó en todo momento su playera blanca del Rebaño con algunas firmas.

Por parte de los jugadores, nadie quiso hablar. “Todo se verá en la cancha”, se le escuchó decir a Alexis Vega, quien fue uno de los más perseguidos por parte de los afortunados y curiosos que estuvieron en el momento preciso en el que salieron de la terminal. Muchos de ellos intercambiaron opiniones con los que se acercaron para una foto o un autógrafo, aunque, a diferencia de su anteriores recibimientos, esta vez fue distinto.

Otro de los que más llamó la atención, pese a traer cubrebocas, fue Oribe Peralta. El atacante dejó huella en equipos como Santos y América, por lo que propios y extraños hasta se salieron de los restaurantes aledaños para poder conseguir una foto con el que alguna vez los ilusionó con la playera de la Selección Nacional. Ricardo Peláez arribó con el grupo y, aunque más serio y mesurado, también atendió a un par de personas que se le acercaron para desearle suerte de cara al compromiso ante los camoteros.

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Sin mayor ruido, las Chivas se dirigieron a su camión, el cual ya los esperaba en una zona específica que les facilitaron las autoridades del aeropuerto para salir rumbo a Puebla. El equipo sostendrá una última práctica en la Angelópolis antes de concentrarse y declararse listos para encarar el compromiso por un boleto a los cuartos de final ante el equipo que dirige Nicolás Larcamón.

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