Brian Sales

Foto: Luis Garduño

Aunque no quiso profundizar en el tema, Andrés Lillini, técnico de Pumas, se limitó a decir que también le sorprendió el juego tan defensivo que plantó el América en la ida de los cuartos de final. Sin embargo, aseguró que dentro del plantel todos son conscientes de que tiene que salir a proponer y a ganar el partido en el estadio Azteca si es que quieren acceder a las semifinales del torneo, así como las ganas que tiene de disputar dicho cotejo. Admitió que su equipo se encuentra agotado, por lo que espera recuperar a la mayor cantidad de elementos.

“No nos queda otra más que ganar. Sabemos que dura 90 minutos y tenemos que estar preparados para esto. Lo que me interesa es recuperarlos en la lucidez para tener ese último pase o esa dinámica de llegar al área. Sentimos el cansancio del juego del domingo. Si bien hoy tuvimos que hacer el desgaste, porque jugamos 85 minutos en un solo campo, eso te desgasta. Tengo que escoger a los mejores 11 en el Azteca para ganar, porque no nos sirve otro resultado. Me voy con el sabor de querer jugar una revancha”, mencionó.

El estratega argentino de los auriazules alzó la voz y dijo que la moneda está en el aire en cuanto a las oportunidades de avanzar de fase. Incluso, puso de ejemplo lo que hizo el Pachuca el torneo pasado, cuando los dejó fuera en la misma instancia y bajo las mismas condiciones, solamente que aprovecharon el gol de visitante que ya no es válido.

“Mitad y mitad. Más oportunidades están divididas. América perdió en el año contra Pachuca, pero este semestre no perdió. Tenemos que tratar de hacer lo que hicieron ellos. Se hicieron fuertes de local, pero tenemos que hacernos cargo de la responsabilidad. Si nos metemos atrás, perdemos. Hay que ser inteligentes. El grupo está deseoso de jugar mañana, si se pudiera. Nos vamos a enfrentar a un gran equipo. Tenemos que romper eso que trae”, admitió.

Andrés Lillini también adelantó que, en la medida de lo posible, tratará de no mover el once inicial. Dejó claro que deberán hacer un partido inteligente en el estadio Azteca sin caer en desesperaciones. También destacó el juego que hicieron sus dirigidos en los primeros 90 minutos de la serie.

“Lo ideal sería no moverlo. Me gusta jugar así y tengo la necesidad de ganar. Creo que si no nos volvemos locos, lo vamos a lograr. Tenemos que ser agresivos. Por la forma en la que fue el partido, un gol hubiera sido importante. El sabor que me llevo es muy amargo. No es sencillo doblegar a un rival que defiende mucho en su área. Lo hicieron bastante bien y son encuentros así. No logramos aprovechar nuestras ocasiones”, señaló.

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Cuando se le consultó acerca de la decisión de eliminar el gol de visitante, Lillini no entró en polémica, pero dejó para el análisis que el hecho de terminar entre los cuartos primeros de la tabla ya tiene el beneficio de recibir el partido de vuelta en su casa.

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“El que quedó mejor colocado en la tabla debe de tener un privilegio, que es jugar en su casa. El gol de visitante no lo tengo en cuenta. Uno piensa en ganar, no en el empate. No nos queda otra. Jamás se me cruzó por la cabeza el gol de visita. Si la Federación dictaminó eso, debe tener sus argumentos para que la competencia sea mejor. No me puedo regir por lo qué pasa dentro de terreno de juego. Hubo un equipo que propuso y otro que se defendió. Ahora tenemos que ir al revés. Quisimos ganar el partido y no pudimos. Agradezco a la gente por llenar un estadio”, cerró.

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