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27, noviembre 2021 - 17:12

┃ José Ángel Rueda

Miguel Ángel Ramírez, ÁRBITRO DE VOLLEIBAL

JOSÉ ÁNGEL RUEDA
FOTOS: LUIS GARDUÑO

Miguel Ángel Ramírez solía observar los partidos de voleibol de playa parado sobre una escalera. Justo a la altura de la red que divide los territorios en dos partes iguales, dirimía en cuestión de segundos si la pelota había picado dentro o había picado fuera. La búsqueda la justicia en un juego que permite poco margen de error llevó al ex árbitro internacional mexicano a participar en cuatro Juegos Olímpicos y a ganar el Premio Nacional del Deporte en 2014. Hoy, ya retirado aunque siempre ligado al deporte de su vida, los recuerdos se le acumulan.

Hombre sencillo y bromista, ‘Miguelito’, como se evoca él mismo en la plática, se convirtió en árbitro de voleibol por casualidad. Una mañana, lesionado de la espalda, fue al deportivo Eduardo Molina para apoyar a su equipo, pero apenas llegó un amigo lo invitó a suplir a un juez ausente. Ramírez lo dudo en un principio, pero luego aceptó y se subió a lo alto de la escalera. “Pité bien, estaba tranquilo, ya me sabía las señas que hacen los árbitros, y después del partido recibí un pago. En ese momento, me servía porque era estudiante de la vocacional, fue un pago que nunca esperé. Entonces, le fui agarrando cariño a esa profesión del arbitraje. Después me alivié, seguí jugando, pero no fue lo mismo, ya iba yo a las ligas a pitar como árbitro”.

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Ramírez aprendió pronto los gajes del oficio, aunque fue la Universiada de México 1979 el evento que le cambió la vida. “Cuando llegué vi un árbitro que venía de Rusia y vi que venía desde allá para representar a su país. Ahí pensé que algún día me gustaría estar a mí en esa silla y me fui poniendo metas, preparándome, tomando cursos, hasta que finalmente tuve la oportunidad de convertirme en árbitro internacional”.

Miguel Ángel Ramírez comenzó su carrera como árbitro de voleibol de sala, pero muy pronto encontró en la arena un lugar fértil para cumplir los sueños. “La Federación Internacional nos juntó para tomar un curso para que pudiéramos ir a Atlanta. Así tuve la oportunidad de acceder a Juegos Olímpicos; era la primera vez que había voleibol de playa en Juegos Olímpicos y me tocó Atlanta, repetí en Sídney, no me tocó en Atenas, pero después me llegó la invitación para Beijing. Fui el único árbitro acá en México que tuvo los dos carnets (playa y sala). Luego repetí en Londres”.

Con cuatro Juegos Olímpicos en su palmarés, “Miguelito” se despidió como árbitro internacional en el 2014. Ese año el árbitro tuvo la oportunidad de pitar los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Nanjing, China, para finalmente cerrar su carrera con el Tour Mundial en Paraná, Argentina, donde impartió justicia en la final. Las brasileñas Talita y Larissa se llevaron el oro, pero eso no fue lo más importante. “Las brasileñas, Talita y Larissa me llevaron a la mitad de la cancha, yo había pedido la canción de A mi manera para retirarme, la tocaron con Vicente Fernández, yo con las lagrimotas, las dos me regalaron sus tops, y Talita me dio su medalla de oro, como un homenaje”.

El broche de oro para una carrera brillante fue la obtención del Premio Nacional del Deporte, en el 2014
Hoy, Miguel Ángel Ramírez se desempeña como supervisor de arbitraje en la Federación Internacional y de la confederación NORCECA.

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