Brian Sales

Foto: Ramón Romero

A temprana hora de este lunes, muchos abonados que confiaron al inicio de la temporada y adquirieron su pase rojinegro hicieron filas por horas en las taquillas del estadio Jalisco para poder hacerse de al menos una entrada para la Gran Final entre los tapatíos y esmeraldas. Sin embargo, su misión se complicó por los revendedores que acapararon los primeros lugares y cientos de boletos. Un grupo de 20 personas ocupó al personal de las taquillas por varios minutos para hacerse de la mayor cantidad de boletos posibles. Aunque la venta era limitada a máximo dos entradas por cada pase rojinegro, se la arreglaron para salir cada uno con el fajo de boletos para distribuir a lo largo de la semana.

“De esto vivimos. A muchos no les gusta, pero llevamos bastante tiempo aquí y ya todos nos conocen, por eso no nos dicen nada. Además de que no nos acabamos los boletos. El sol sale para todos y la gente que viene se llevará sus entradas. Nosotros solamente nos buscamos el pan de cada día”, reveló uno de los revendedores que salió con 40 boletos para distribuir entre sus contactos y que pidió que no se revelara su nombre, imagen e identidad.

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Incluso, antes del anuncio oficial a través de las redes sociales del equipo, los revendedores ya estaban formados y a la espera de que las taquillas abrieran. A escasos metros, los aficionados podían adquirir su pase rojinegro de la siguiente temporada para aprovechar la promoción y no quedarse fuera del encuentro que definirá al equipo campeón del Apertura 2021.

“Preferimos no meternos en problema. Sólo mira cuántos son y yo nada más estoy con mi mamá. Sabemos que vamos a alcanzar porque somos de los primeros después de ellos. Aún así conozco mucha gente que por estas cosas ya no alcanzarán, pero yo no puedo hacer nada”, mencionó Luis Reyes, quien llegó con tres pases rojinegros para conseguir los boletos de sus amigos que por escuela y trabajo no lograron asistir a la venta de entradas.

Las filas siguieron aún cuando finalizó el partido a puerta cerrada de Atlas Femenil ante Santos. La gente no logró alentar a sus jugadoras en la búsqueda por un boleto a las semifinales y optaron por hacer hasta lo imposible por poder conseguir un boleto para presenciar, en caso de que lo logren, la finalización de una sequía de 70 años sin un título de Liga.

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Los precios van desde los 500 pesos hasta los 5000, en lo que ya es la zona más privilegiada del recinto, la VIP. Hubo un aumento considerable de precios no para la barra, sino para el público en general que gusta de ver el fútbol en las zonas laterales y tener la vista tradicional de una transmisión de televisión.

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