José Ángel Rueda

FOTO: ISAAC ORTIZ | MEXSPORT

La historia tiene lugar en octubre 2017. Ariel Holan, entonces técnico de Independiente, conducía por la localidad de Villa Domínico, en Buenos Aires, cuando de pronto tres autos le cerraron el paso. A la escena de bandoleros pronto se le unieron unas motos y en el descontrol, un hombre bajó de uno de los automóviles. Era flaco, de cabello negro, con ligeros amagues de unas canas, y los ojos chicos, algo vacilantes.

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Según las declaraciones posteriores, Holan regresaba de una práctica e iba acompañado de dos de sus ayudantes. La compañía, sin embargo, poco ayudó para envalentonarlo y en apenas segundos, el hombre, conocido como el ‘Bebote’ Álvarez, jefe de la barra de Independiente, subió al carro tras una breve plática con el técnico, entonces comenzaron a dar vueltas por aproximadamente 15 minutos.

Ahí, en el auto, sólo ellos saben la secuencia exacta de las palabras, pero los trascendidos apuntan a que el barra brava le pidió al técnico 50,000 dólares para financiar un viaje a Paraguay, donde Independiente jugaba ante el Nacional por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, sin embargo, tiempo después, el propio Holan confesó que el dinero era para viajar al Mundial de Rusia.

El técnico, a pesar de tenerlo todo en contra, no cedió ante los chantajes y según se sabe el ‘Bebote’, quien ya llevaba un rato vetado de las canchas, pasó de las peticiones a las amenazas. El camino se extendió por alrededor de 20 cuadras, hasta que el líder de la barra bajó del auto y Holan ingresó a un restaurante, donde algunos hombres del barra brava trataron de intimidarlo.

Tras el violento episodio, Ariel Holán mantuvo una reunión con la directiva de Independiente. El técnico no hizo de inmediato la denuncia, pero por lo público del caso procedió casi de oficio, cuando Juan Manuel Lugones, entonces titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte, denunció formalmente.

Las investigaciones siguieron su curso y una semana después Pablo Álvarez fue detenido por el delito de extorsión. Su historial delictivo aumentó la pena y el “Bebote” pasó casi 23 meses en la cárcel de Melchor Romero, hasta que tuvo la oportunidad de cumplir su pena en prisión domiciliaria.

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Holan y Pablo Álvarez se volvieron a ver las caras en uno de sus juicios. Ante la actitud burlona del barra brava, el técnico dio detalles de aquel encuentro y explicó que no era la primera vez que ‘Bebote’ lo buscaba. Los encuentros nunca fueron amistosos. El jefe de la hinchada ya lo había presionado antes para darle juego a determinados jugadores y días antes del episodio del carro, cerca del Libertadores de América, le había solicitado los 50,000 dólares. “Yo me sentía en un callejón sin salida porque después del tercer encuentro, fui a verlo a Hugo Moyano a contrale la situación y me dijo: Si le das un peso te echo. Yo me quedé preocupado, no tengo bola de cristal para saber cuál sería su próximo paso, pero tenía temor por mi familia y cuerpo técnico, no tanto sobre Pablo, sino sobre los que los acompañaban”, declaró Holan ante la justicia.

Desde el incidente, el técnico tuvo custodia personal y días más tarde ganó la Copa Sudamericana con Independiente. El primer título importante desde el 2010. Pese al éxito, Holan decidió no renovar debido a las amenazas constantes, aunque días después el Ministro de Seguridad de Buenos Aires le garantizó su seguridad, entonces decidió continuar hasta el 2019, cuando finalmente salió de Independiente, club en el que conoció la gloria, pero también algo del infierno.

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