CARTAGO, Costa Rica.-Desde la grada de un minúsculo estadio, Enrique Meza padre aprovecha el viaje a este país y observa la práctica de sus retoños, momento en el que lo invade el orgullo, placer e ilusión en busca de alcanzar el sueño por ver dirigir a sus hijos en la Primera División de México.
No obstante y con el simple hecho de dirigir en el extranjero, “ya me superaron, porque yo nunca lo he podido lograr”.
Así que, “me siento muy contento porque ellos están siguiendo mis pasos, aman el juego y para mí es una satisfacción el darme cuenta que les ha gustado mucho la profesión de su padre, ellos lo interpretan de tal manera que quieran hacer su carrera. Estoy contento de que les hayan dado la oportunidad de dirigir acá en Costa Rica”, dice Meza con una felicidad ilimitada.
Consciente de los sueños de Enrique y Diego, el experimentado entrenador sabe de las pretensiones, por lo que “les digo que le pongan todo el entusiasmo y profesionalismo que puedan ser capaces. El futbol da, pero también quita. Esa es la idea de cualquiera que sale a trabajar al extranjero, regresar al país y tener un poco de suerte”.
Su filosofía no se la imitan porque “han escogido su manera de dirigir, lo único que les pido es que mantengan la cabeza fría porque a veces se calienta uno y dice barbaridades”, reconoce.

EL PEOR RECUERDO
Meza está agradecido con Costa Rica debido a que sus hijos dirigen en la Primera División de su futbol, pero también guarda un amargo recuerdo de los ticos, pues la derrota del Aztecazo fue difícil de digerir. “El recuerdo más grande que tengo es la derrota del estadio Azteca porque nos ganaron, fue la primera vez que México perdía, pero en su momento superé todo eso. Siempre me viene a la mente el recuerdo, pero nada que ver con un país bonito y futbolero”, agrega coincidentemente en el país de las bellas mujeres.
La práctica del Cartaginés finaliza, lapso para convivir con los seres queridos, así que el profe Meza sabe que no hay mejor momento que este, pues aunque tiene las ganas de volver a dirigir en nuestro país, hoy disfruta la convivencia familiar. “Tengo ganas de trabajar, es cuestión de tiempo, no tengo urgencia, pero sí tengo ganas de trabajar. Estoy tranquilo. Hubo acercamientos pero no hemos podido ponernos de acuerdo”, finaliza con un afectuoso saludo a ESTO desde Costa Rica.