Con la tecnología de Google Traductor

Mira

4, marzo 2015 - 12:21

┃ ESTO

nota-espe-chicago-con

POR JESÚS TEPEPA
FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

SE hace la noche… el viento trae consigo aroma de nostalgia… perfume de melancolía… las estrellas brillan recordando un ayer transformado en ahora… intensos halos brillan a lo lejos aunque se perciben muy cerca… un arco iris sónico invade las almas… ¡Chicago deslumbró la noche de ayer en la Arena Ciudad de México!
La memoria viaja cuatro décadas hacia atrás… sin embargo se está viviendo el esplendor de hoy… estos Comienzos de esa historia narrada una, otra, siempre más porque parece jamás terminará… los metales dorados no han regresado porque nunca se han ido.
La cascada de añoranza es inagotable así como interminable es el sempiterno cuestionamiento con las Preguntas 67 68… solamente hay una respuesta para ello: trascendencia, permanencia, eternidad… los sentimientos se han desbordado, aquellos cantos continúan en los espíritus.
Hay imágenes las cuales no borra ninguna distancia, por el contrario continúan aquí al decir Hazme sonreír… como en aquellos Viejos Días cuando todo era soñar, anhelar o ilusionarse… tal vez pensar en un teorema sin ir más allá.
El tiempo se ha detenido… Cronos mismo se asoma elevando la mirada interrogante ¿Sabe realmente alguien qué hora es?… no importa pues lo que interesa es escuchar esos inacabables sonidos de mágico festejo.
Los años han transcurrido, no así aquella fuerza emanada de mente al lado del corazón con 25 o 6 a 4… pareciera complejo aunque simplemente es una forma de decir… como esa manera de vivir un romance entre nubes o cielos a través de aquel Sábado en el parque…
En medio del bullicio emerge majestuoso un Poema para la gente… ese ente misterioso que siempre va o viene, ellos quienes ríen o lloran, pero existen intensamente dejando en el olvido sombras o penumbras al clamar Pinta mi mundo.
Ellas… siempre ellas con su hechizante sortilegio hacen vibrar el sentir hasta gritar Tú eres la inspiración… los versos se convierten en siluetas andantes persiguiendo una ilusión… sin embargo hay un fugaz instante rociado con hiel en una despedida cuando Es difícil decir lo siento.
Han navegado cerca de cinco décadas, pero el áureo de su estruendo sónico aún volará por más calendarios porque Sólo tú y yo estaremos juntos por siempre en un imperio de vivencias rodeadas de amores como sedas en el viento.
¡Se hizo la noche con metales de oro!