POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA

FOTOS AFP

De un día para otro, la atención del Australian Open pasó de la Rod Laver Arena a las relaciones diplomáticas entre Serbia y Australia. La retención de Novak Djokovic debido un problema con su visado y la exención médica tras no vacunarse contra el Covid-19 generó una ola de declaraciones que llegó hasta los propios gobiernos. Mientras uno defendía sus causas, el otro pedía condiciones dignas para el mejor tenista del mundo. Anoche terminó el tema, ‘Nole’ fue expulsado del país oceánico de forma definitiva y no jugará el primer grand slam del año

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Las relaciones entre ambos países se tensó a medida en la que la saga fue subiendo de tono. Djokovic frenó su deportación, a cambio, fue retenido varios días en un hotel que ofrecía pocas condiciones sanitarias. Esta situación más que generar una crisis diplomática, evidenció la falta de una normatividad que rija la realidad pandémica que se vive. “El tema de Djokovic tiene que ver con la postura que ha tenido, como muchos otros deportistas, respecto al Covid, tomando en cuenta  que este asunto de la pandemia ha reconfigurado en el marco de las relaciones internacionales un cambio sustancial. Este desencuentro que se da entre estos gobiernos tiene mucho que ver con que no existe una visión única, universal, dentro de las políticas de estos países para poder establecer un camino”, explicó el internacionalista David Mendoza, en charla con ESTO.

La exposición mediática del caso de alguna manera podría servir para sentar un precedente en la forma en la que se tratan los asuntos migratorios en la actualidad, marcados poderosamente por las cuestiones sanitarias. “La migración es un aspecto relevante porque es un problema actual, de las relaciones internacionales actuales, que se están dando en términos de estas políticas que son tan rudas, tan rígidas y que de alguna forma podrían establecer otro tipo de consecuencias. Habría que ver cómo queda esta exposición dentro del esquema principal de las leyes internas”, comentó.

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Tras días de especulación, finalmente Djokovic podrá jugar el torneo pese a no contar con la vacuna, una situación que va contra las reglas que imperan en Australia. “Todo mundo creemos que en los países de primer mundo todo es legal, que todo está muy bien establecido conforme a la ley, cuando en realidad no es cierto, esto se obedece a intereses particulares que rompen la estructura de lo que uno puede considerar que está dentro de la regla, entonces nos damos cuenta de que, a pesar de todo, no todo es tan pulcro, tan por la derecha como se ha ido planteando”.

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Desde el punto de vista de Mendoza, este tipo situaciones serán comunes en el deporte en tanto no tenga un marco mucho más generalizado. “Hay que tomar en cuenta que no es la primera vez que este tipo de situaciones ocurre, sobe todo a nivel deportivo, recordemos lo que sucedió en Tokio, con los Olímpicos, donde hubo un sector de la población y dentro del gobierno que no quería el evento por estar en plena pandemia. Esto tiene que ver mucho con la política exterior y por supuesto las características que van determinando todos los aspectos en relación a la normatividad de todos los países”, finalizó.

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