MARCO MONTOYA

FOTO: TIMOTHY T LUDWIG | AFP

Los Bills mandaron un mensaje a la NFL con su aplastante paliza 47-17 sobre Patriots: Son candidatos a ganar el Super Bowl. Buffalo le propinó a Nueva Inglaterra su peor derrota en playoffs en la era de Bill Belichick de la mano de un Josh Allen imparable por aire y tierra.

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El mariscal de campo dejó congelados a sus rivales en un gélido Highmark Stadium para conseguir el boleto a la ronda divisional. Guio una exhibición perfecta, terminó con 374 yardas totales y cinco pases de anotación.

A pesar de que los Pats tuvieron una de las mejores defensivas en la fase regular, vivieron una pesadilla. Los Bills anotaron touchdown en siete de sus ocho series ofensivas, en la última sólo se hincaron para acabar la masacre.

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Dawson Knox abrió el marcador con una recepción de ocho yardas. Mac Jones trató de responder con un avance lleno de agallas, el ataque prometía hasta que, en un bombazo que parecía anotación, Micah Hyde interceptó el ovoide.

A partir de allí comenzó el festival de Buffalo, en cada jugada lucieron un paso adelante de Nueva Inglaterra y no mostraron piedad. Al descanso, el 27-3 mostraba un duelo finiquitado.

Lejos de bajar el ritmo, Josh Allen continuó haciendo pedazos a los Patriots, la masacre fue humillante. Hasta el liniero Tommy Doyle tuvo una recepción de touchdown.

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Mac Jones tuvo un debut en postemporada para el olvido, le interceptaron un par de balones, la defensa no le ayudó y sus receptores le soltaron por lo menos cuatro pases.

Del otro lado, el conjunto comandado por el entrenador Sean McDermott había entrado a playoffs con dudas, pero ahora retomaron el nivel de un equipo candidato al campeonato.

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