ALVARO ZALDAÑA

FOTO: ANTONIO GARCÍA | MEXSPORT

El futbol mexicano suele quedar a deber en cuanto a espectáculo, sobre todo en las primeras fechas de un torneo. Sin embargo, es en el ámbito chusco o curioso dónde resaltan nuestras ligas.

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Desde tlacuaches que reciben atención médica en plena cancha, hasta camarógrafos que terminan por accidentarse al tratar de reaccionar de inmediato por la toma perfecta.

Algo de esta natulareza fue lo que sucedió ayer en el encuentro entre Correcaminos y Mineros de Zacatecas en la jornada tres de la Liga de Expansión, cuando el árbitro detuvo el encuentro unos momentos para tomar aire.

Todo sucedió a los 34 minutos del primer tiempo. Los visitantes armaron una intensa ofensiva que terminó sin peligro en el área de Tamaulipas, estos inmediatamente siguieron el ritmo y contragolpearon a su rival, sin embargo Zacatecas logró robar nuevamente el balón y le devolvieron el favor a ‘el corre’ hasta que la jugada finalizó con un decreto de tiro de esquina.

El árbitro central Juan Andrés Esquivel González no pudo más, y antes de que se cobrara el saque detuvo las acciones explicando a los jugadores “hey, dejen me recupero, cabrones. Tres contragolpes”. Esas palabras fueron captadas por los micrófonos de la transmisión de televisión y fue aún más evidente por la ausencia de ruido gracias a que el juego fue a puerta cerrada.

Al escuchar lo sucedido, los narrados no pudieron aguantar la risa.

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Al final y a pesar del ritmo que prometía un juego entretenido, el partido terminó con un pálido cero por cero. Por lo que lo más relevante fueron las palabras de Esquivel González. Para la historia.

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