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Mira

6, marzo 2015 - 12:50

┃ Manuel Gómez

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VERACRUZ.- Ayer, como hoy, el “Maestro” está vigente. No deja de luchar y sus equipos suelen competir. Sí, se mantiene vigente. Tanto así que ha sacado a los Tiburones del Veracruz de zona emergente y enfila a la institución jarocha no sólo a la salvación, sino también a la obtención del título.
Algunos lo consideraban obsoleto. Pero él está más activo que nunca. Hoy tiene invicto al Veracruz y mañana cumplirá 70 años de edad. Sí, está a punto de nacer.
Carlos Enzo Ezequiel Reinoso Valdenegro es el nombre completo del otrora ídolo chileno en el América.
Nacido el 7 de marzo de 1945, en Santiago de Chile, Reinoso pronto demostró su arte en el Audax Italiano, en su país natal. Pero con las Águilas reafirmó su arte, en la temporada 1970-1979.
Feliz, como en sus tiempos de ídolo crema, Reinoso recibió al Diario de los Deportistas en la intimidad de su hogar, en una zona exclusiva del puerto jarocho. “Setenta años se dice fácil, vivirlos es otra cosa”, reflexiona.
Y mientras comparte la resurrección del Tiburón, con otras glorias americanistas, como Juan Antonio Luna y Cristóbal Ortega, parte el pastel de cumpleaños, al tiempo que descubre innumerables anécdotas y el orgullo de seguir aún como técnico de élite en el balompié mexicano.
“Viejos los cerros y todavía reverdecen”, desafía el “Maestro”.
“No me interesa lo que piense la gente, cuando jugué, cuando he dirigido, cuando gané, cuando perdí, nunca me ha lastimado lo que la gente piense, ni para bien, ni para mal. Después de haber estado en el América, a donde fui con mucha ilusión, tuve el problema de mi hijo y realmente me retiré de esta carrera, y después de que mi hijo se adelantó (José Antonio Reinoso, qepd), antes de despedirse, me pidió que regresara al futbol para que me vieran mis nietos y por eso lo hice, y acepté la invitación que me hizo la Familia Kuri, con Cristóbal Ortega, quien siempre ha sido como un hijo y mi auxiliar de toda la vida, pero nunca me ha preocupado de lo que la gente piense, porque sé quién soy, mi familia igual, y el futbol mexicano, desde que llegué a este país lo he hecho con profesionalismo ganando y perdiendo, pero no me causa nada”.

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En poco tiempo, Carlos Reinoso rápidamente ha sabido catapultar al Veracruz como un aspirante al título, ante circunstancias de cambios y ajustes. Al respecto, explicó: “Cuando alguien piensa que está obsoleto en algo, se pasó el tiempo sin aprender, sin crecer, y en lo personal de cualquier forma he estado ligado al futbol, haciendo análisis, he participado en muchos mundiales, como analista, como jugador, lo que pasa es circunstancias de la vida te hacen estar o no, y el Veracruz es un equipo moderno, que juega bien al futbol, que propone en cancha del rival, y eso no tiene que ver con nada de obsoleto”.
Es “Maestro”, no mago.
No tiene varita para llevar y tener al Tiburón en pleno altamar.
Al acecho.
“La idea es que los muchachos crean en ellos mismos. Crean en el proyecto, en la idea. Don Fidel lo platicó conmigo, que charlaría con muchos técnicos, pero me había dicho que quería quedarse conmigo, se habló con Cristóbal Ortega, así se hizo, y después de hacerlo con muchos técnicos, me dijo que me aceptaba, porque creía en el proyecto, y como él creyó, han creído los jugadores, quienes están convencidos que la disciplina y el trabajar todos los días en busca del éxito nos tiene en este lugar, porque tampoco hay que echar las campanas al vuelo. Vamos bien, podemos mejorar, pero es todo”.
Desde 1981 dirige en México. Su primer equipo fue el América, al que como jugador es todo un referéndum.
“A mis 70 años, que este sábado cumpliré, y gracias por el pastel que ESTO me obsequió, créeme que estando presente y vigente, mi retiro de hace ocho a esta parte, se han presentando circunstancias, cuando dirigía a Tecos y supe que mi hijo (José Antonio) tenía cáncer, me fui, después regresé a dirigir, lo hice con el América, que en su primer torneo lo hizo muy bien, al calificar  en la Liga y en la Copa Libertadores, pero no nos dieron los tiempos y en el segundo fue un desastre, que me dolió en el alma, pero primero estaba la salud de mi hijo”.
El proyecto es salvar al Tiburón del arponzazo del descenso, y porque no buscar el título, Reinoso, dice: “Ser el mejor en ese momento, cumplir con un proyecto importante y gracias a Dios he sido muchas veces campeón”.
Recordó el entrenador del Veracruz aquel primer campeonato que obtuvo en la temporada 1983-84, cuando dirigía al América, a costa de las Chivas.
“Ganarle el título a Chivas ha sido lo máximo y lo recuerdo con mucho cariño y gusto, y me considero un referente del América”.
Retomar el tema del Veracruz, si está a salvo, Reinoso no lo siente así.
“Es un proceso largo. Faltan nueve fechas, aunque si hemos obtenido más puntos que en el torneo anterior e indudablemente estamos bien, pero se terminará cuando matemáticamente estemos a salvo”.
Puebla y Chivas, involucrados en problemas del descenso, también están ubicados en zona de calificación, con 14 puntos, para Reinoso “no significa nada, porque sólo pienso en el Veracruz. Si estuviera pensando en los rivales estuviéramos nerviosos, alterados, preocupados, cuando sólo me interesa que el Veracruz crezca día y que cada día haga mejor las cosas”.
Es cauto en su respuesta, cuando se le pregunta si le interesa mantener el invicto.
“No, porque hay otras cosas que presionan en la vida, como la gente que no le alcanza su dinero, pero esto del futbol estar o no invicto, no significa nada”.
Tampoco piensa en derrotas, ante la problemática del descenso.
“Mi mente es positiva, no pensamos en derrotas, sino al contrario, que todo nos saldrá muy bien, al generar buen futbol y ganar”.
Se le comentó a Reinoso que es uno de los técnicos activos más veteranos, y al respecto contestó: “Antes éramos Enrique (Meza) y yo, pero él no está trabajando, y en lo personal es un orgullo competir con tanto chavo talentoso en el futbol mexicano llegar a los 70 años dirigiendo y que en este momento me vaya bien es un orgullo”.

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