EL tetracampeón de Fórmula 1 Sebastian Vettel comienza la nueva temporada en la poco habitual posición del que no es favorito. Este año es el piloto de Ferrari el que irá a la caza, por detrás del Hamilton y Nico Rosberg.
Vettel solía ser el hombre a batir, logrando cuatro títulos seguidos con Red Bull. Pero Mercedes puso fin a ese reinado el año pasado, y Vettel, que pareció aislado y desanimado toda la temporada, fichó por Ferrari.
“El cambio me sonaba bien y me produce mucha alegría”, dijo Vettel. “Mi ambición es volver a estar arriba, no sólo por mí sino también por una cuestión del equipo. En este sentido, deberíamos ser la pareja perfecta”.
El alemán también tendría la oportunidad de emular a su ídolo de la infancia, el heptacampeón Michael Schumacher, que ganó la gran mayoría de sus títulos y de sus 91 grandes premios con Ferrari.
Está claro que Vettel, de 27 años y que tiene en su haber 39 grandes premios y 45 poles, tenía que irse de Red Bull.
Vettel terminó el año pasado en un desolador quinto puesto de la tabla de pilotos, sin victorias y con sólo cuatro podios.
Entre él y Hamilton había un abismo de 217 puntos. Pero se vio destronado por su joven compañero Daniel Ricciardo, quien terminó tercero y ganó tres carreras.
En Ferrari también parecía el momento adecuado, tras dos temporadas de tensiones con el español Fernando Alonso.
Las pruebas de pretemporada han sido como un nuevo comienzo.
“Me siento muy bien. Las pruebas por ahora han contribuido muy bien a esa sensación”, comentó Vettel. “Por supuesto, las cosas llevan tiempo, ya que acostumbrarse a un equipo que funciona un poco distinto lo requiere”.
Esa visión positiva comenzó en la primera sesión de entrenamientos en jerez, donde Ferrari anunció su regreso del mejor modo con Vettel y su compañero de equipo Kimi Raikkonen fijando el tiempo más rápido en tres de los cuatro días de pruebas.