Rubén Beristáin

Foto: Adrian Macias | Mexsport

La Máquina no se exigió de más, incluso pudo tener una marcador más abultado a su favor, pero aún así cumplió el trámite con facilidad con el 3-1 en el estadio Azteca. (4-1 global). El Forge FC no fue rival para un Cruz Azul que cada vez luce mejor y que ya está instalado en los cuartos de final de la Concachampions. Si Santos no pudo, ahora serán los cementeros los que cobren venganza ante el Montreal Impact de la MLS.

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Con la mínima ventaja conseguida en Canadá, el conjunto cementero hizo rotaciones. Jugadores como Jesús Corona, Cata Domínguez, Pablo Aguilar, Erik Lira y hasta Bryan Angulo recibieron descanso. Eso no afectó en nada, La Máquina no menospreció a su rival y salió a buscar el gol de la tranquilidad.

Forge aguantó menos de cinco minutos. Muy rápido y facilito, Ángel Romero se estrenó como goleador celeste con un remate certero. El técnico Juan Reynoso lo puso como titular por primera vez y el paraguayo respondió.

El segundo no tardó. Los azules dominaron por completo, el cuadro naranja sólo era un espectador más en la cancha del Coloso de Santa Úrsula. La majestuosidad del recinto los apantalló y eso lo aprovechó el equipo de casa.
Rafael Baca se animó una vez más y desde fuera del área la puso en el ángulo. El portero Triston Henry alcanzó a desviar, pero no fue suficiente. El mediocampista demostró su poder goleador.

No pasó mucho y la sorpresa llegó. El cuadro canadiense despertó y en un descuido de la zaga capitalina, Choiniere sacó un disparo que se incrustó en la red. Sebastián Jurado se estiró lo más que pudo, pero fue inalcanzable. Ese fue un momento histórico. Los de Hamilton marcaron su primer gol en la Concachampions. Eso le dio vida al equipo canadiense, pero Juan Escobar se encargó de romper la ilusión. El defensa paraguayo remató perfecto un centro de Mendoza e incrementó el marcador a su favor.

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En el complemento, Cruz Azul no se exigió de más, a pesar de que dominó, no soltó el balón y jugó con la desesperación de su rival. El cuarto tanto se respiró en Santa Úrsula, pero ya no llegó. La Máquina pitó en Concachampions y cumplió como se esperaba.

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