25, febrero 2022 - 6:00
Putin
José Ángel Rueda
Foto: Javier Garcia Martino | Mexsport
De día, el rostro serio de Vládimir Putin suele imponer el respeto de quien lo mira. De noche, sin embargo, el mandatario ruso deja de lado el elegante traje y se pone el atuendo del deporte en cuestión. El político aprovecha la calma de la madrugada para practicar esquí o hockey, o cualquier otra disciplina que se sume a la larga lista de actividades que, sin bien no domina, es capaz de practicar con soltura.
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Detrás del político que ha puesto en jaque la paz mundial, se encuentra un hombre apasionado por los deportes, aunque son las artes marciales su mayor debilidad. Según ha confesado él mismo en entrevistas, el amor por el judo viene desde muy pequeño. Antes de cumplir los 14 años, el joven nacido en Leningrado dedicaba las tardes para practicar sambo, una técnica rusa de autodefensa. En el arte de los movimientos encontró una pasión, fue así que tomó la decisión de practicar judo en un gimnasio vecino. Sus habilidades llamaron la atención de inmediato, y Putin no paró, hasta conseguir el cinturón negro, el símbolo inequívoco de haberlo superado todo. En la actualidad es común verlo entrenar con el equipo nacional. Más que pelear en serio lo que busca es transmitir un pensamiento, la disciplina como una filosofía de vida. Lo mismo aplica con el karate, del cual también es un apasionado.
El vínculo con los deportes del popular político ruso no para ahí. Dentro de sus actividades cotidianas está el esquí alpino y el hockey. Cuando algo se le mete a la cabeza, el mandatario no descansa hasta lograrlo. Fue así que consiguió entrenadores personales y por las noches dedicaba al menos tres horas para perfeccionar la técnica. Según su entrenador Leonid Tiagachiov, reconocido esquiador y dirigente ruso, puede descender las montañas a gran velocidad. Lo mismo pasó con el hockey, deporte que empezó a practicar en el 2011. La popular estrella rusa Alexei Kasatónov fue su guía. Bastaron algunos meses para que Putin aprendiera a patinar y a dominar los movimientos. El trabajo rindió frutos. En un partido de exhibición fue capaz de marcar ocho goles.
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Las imágenes del mandatario de 69 años son variadas. Lo mismo se le ve montando un oso pardo por los campos rusos, arriba de un caballo salvaje o conduciendo un bólido al más puro estilo de la Fórmula 1. Puede practicar senderismo en los lejanos territorios de Tuva o bucear en las profundidades del Mar Negro. Es la película completa del hombre que domina Rusia desde hace dos décadas. El estudiante de derecho, graduado con honores. El agente secreto de la KGB. El estratega de las unidades de inteligencia más importantes del estado.
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