POR DANIEL CHANONA
CORREPSONSAL

MADRID, España.- Retener la Champions League es la absoluta añoranza del Real Madrid. El excepcional marco de la justa motiva al grupo, que en palabras de su capitán se presume hambriento, según ha respondido Iker Casillas a los medios oficiales de la UEFA en la víspera del partido de vuelta de los octavos de final ante el Schalke 04 (13:45 horas, TCM), al que aventaja por dos goles.

La Liga de Campeones de Europa es un oasis para el Madrid con miras al clásico español del 22 de marzo, donde la puga doméstica podría toparse con una parábola creciente a favor del vencedor, porque la inmediata reyerta contra los alemanes tendría por objetivo revitalizar el entendimiento colectivo tras el desliz en San Mamés (0-1), que fue resuelto con un despabilador discurso de su entrenador apenas devueltos los jugadores al vestuario.

Carlo Ancelotti no se permitirá dudar en la toma de decisiones. Seguramente, el italiano se obligaría retornar a las bases, apostaría por la formación que mejor le ha funcionado en semanas de desconcierto y la que más le convence: el clamoroso 4-4-2… pero, quizá, no lo dejarían. Gareth Bale, el Expreso de Gales, debería convertirse hoy en un imprescindible recambio cuando merme el físico enemigo, sin embargo, la cúpula no estaría dispuesta a prescindir del hombre de los 220 millones de euros. La BBC jugará nuevamente por decreto pese a haber reducido a la mitad su cosecha goleadora en 2015. De 2,2 goles promedio en 2014 a 1,2 en el presente curso, a la postre de un año y medio torrencial donde acumuló 119 dianas en 53 confrontaciones.

Este martes el Real Madrid podría hilvanar su triunfo número 22 en el estadio Santiago Bernabéu, invicto en la Champions League desde abril de 2011. 19 laureles ha cosechado desde entonces, los tres más recientes contra el Basilea (5-1), Liverpool (1-0) y Ludogorets (4-0) en la fase de grupos. Además, los blancos sólo ha sido apartados una vez en 29 eliminatorias en competiciones UEFA tras ganar el partido de ida fuera de casa, como lo resolvieron CR7 y Marcelo en Gelsenkirchen (0-2). La única anécdota que empaña los avances sistemáticos del Madrid se escribió ante el Odense de Dinamarca, en la tercera ronda de la Copa de la UEFA de 1994-1995.

El Schalke, quizá, ofrezca orden y ecuanimidad, pero no es un equipo capaz de generar aspavientos a granel. La iniciativa, partiendo de la imperante exigencia que abraza al Real Madrid, deberá correr a cargo de los de Valdebebas, con un censo mayor de elementos en la mitad del campo que medien el embotellamiento germano. Con más fuelle que toque querrían desfallecer los pupilos de Roberto Di Matteo, plantándole cara al “todopoderoso” amo de la casa blanca.

Carlo Ancelotti ha convocado 21 jugadores, entre los que figura Javier “Chicharito” Hernández junto al repuesto Luka Modric, quien jugará, al menos, 30 minutos en la segunda parte.