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Mira

6, marzo 2022 - 17:39

┃ Miguel Ángel Mujica

Hospital

Miguel Ángel Mújica

Foto: Luis Garduño

ENVIADOS

Querétaro.- Laura López, aficionada del Atlas, jamás olvidará el cinco de marzo del 2022. Su memoria transportó a todos en las afueras del hospital General 1 de Querétaro al momento en que comenzó la gresca.

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Laura, todavía con los gritos y recuerdos en la cabeza, comenzó la crónica de lo que vivió. “Fueron fatales, una pesadilla para mi y para mis hijos, yo nunca esperé esto, sabía que había una rivalidad muy grande, pero no creí que llegara a una crueldad, fue una crueldad lo que hicieron”

El momento en que comenzó la bronca, “yo lo que hice fue correr con mis hijos y nada más. No voltee para atrás, venía con mis niños y unos amigos, la verdad nunca me di cuenta de donde quedaron ellos, mi prioridad siempre fueron mi hijos”.

La persecución continuó “me acuerdo que todo fue muy rápido, pero sentí que fue muy lento por momentos. Corrí hacia fuera y ellos nos gritaban. De hecho nos tuvimos que cambiar de ropa porque nos iban a linchar, ellos decían que nos iban a matar, fuera quien fuera, agarraron familias, niños, ancianos, eso no me parece, cuando empezamos a salir, con nosotros ya cambiados, porque no nos podían dejar salir con la playera del Atlas, porque afuera nos estaban esperando, logramos salir porque nos quitamos todo y pasamos desapercibidos por un momento”.

La policía estuvo presente hasta las afueras del inmueble. “Dicen todo eso porque policías no había, increíble pero no había policías en el estadio, solamente cuando nos revisaron, a nosotros no nos dejaron entrar ni con fajos, ni con anillos, ni cadenitas, con nada más que con lo que ibas vestido, a los de Gallos con todo, traían hasta luces de bengala, se me hizo muy raro por qué a ellos sí y a nosotros no. Dentro del estadio no hubo policías, te lo voy a decir así, cuando comenzó la riña, nada, no había nada, era correr o quedarse a ser golpeados y yo no arriesgué a mis hijos”.

Se sintieron seguros hasta que por fin vieron a la autoridad. “Afuera ya había patrullas, pero no las suficientes para resguardarnos a todos los de Atlas. Corrimos atrás de ellos y fue cuando por fin me sentí segura con mis hijos”.

La vuelta a un estadio de futbol está descartada “No, la verdad no, fue muy cruel, una pesadilla para mi y mis hijos, fue brutal, fatal y no me gustaría regresar a un estadio. Ahora me toca buscar a mis amigos, no sé nada de ellos y espero que estén bien”, cerró.

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