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8, marzo 2022 - 1:50

┃ José Ángel Rueda

Alejandra Orozco

Foto: Mexsport

Alejandra Orozco se ha posicionado como una de las voces imprescindibles en la actualidad de los clavados mexicanos. Aquella niña de 15 años que se colgó un tanto tímida su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha alcanzado su madurez deportiva. Después de una nueva presea, ahora de bronce, en Tokio 2020, su figura es una fuente inagotable de motivación para las nuevas generaciones.

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La clavadista tapatía platicó en exclusiva con ESTO en el marco del Día Internacional de la Mujer. Su palmarés desde la plataforma ha sido importante, pero lo será más el legado que como deportista sea capaz de dejar. “Lo que hubo antes de la primera medalla fue importante, mi niñez, el proceso donde se planteó un sueño, un objetivo, entonces pude transmitir lo que hay en medio, entre una y otra, este proceso donde me tuve que adaptar a todos los cambios que todas las mujeres vivimos, a todos los procesos, a ver el otro lado de la moneda, ahí tuve que aprender lo que no cuentan de la medalla, todo lo que hay detrás de la atleta, de la mujer, creo que ese ha sido mi aprendizaje más grande que puedo y quiero transmitir a otras generaciones: el ganar, el perder, el aprender que no hay límites”.

Ale Orozco es un eslabón importante en la cadena de clavadistas mexicanas. Esas generaciones que han contado con figuras como Marijose Alcalá, Azul Almazán, Jashia Luna, Tatiana Ortiz, Paola Espinosa y Laura Sánchez, cada una de ellas, junto a las atletas más jóvenes, se han encargado de construir un camino. “A mí me tocó romper los límites de la edad, me tocó abrir muchas puertas, pasar por unas que ya estaban abiertas por generaciones más grandes que yo. Les tocará a las niñas abrir otras, pero al final es esta cadena de, como mujeres y como atletas, irnos pasando la estafeta para que nuestro deporte siga creciendo. Es muy padre motivarnos entre nosotras, ver que vamos de la mano”.

Acorde a los tiempos que se viven, los clavados han buscado nuevas fórmulas. Los saltos mixtos son un ejemplo de ello. “En mi deporte ya me tocó que las puertas estuvieran abiertas, una generación en la que ya teníamos la oportunidad de competir, de representar a nuestro país en pruebas tanto individuales como sincronizadas, a mí me tocó la etapa en la que se empezaron a hacer las pruebas mixtas, que también eso fue como dar un paso a esta parte de la equidad. Fue una prueba importante para darnos cuenta que el hombre y la mujer podemos hacer lo mismo, ejecutar los mismos clavados al mismo tiempo y no limitar a sólo ciertos momentos o pruebas”.

“Me da mucho gusto que no vemos una limitación en cuanto a grado de dificultad o competencias, sino que ya tenemos muy bien visualizado en la mente nuestro objetivo, seguir dejando en alto y difundiendo esa idea, yo de alguna manera estoy tranquila de que me siento afortunada de que esas puertas estuvieran abiertas y sé que también se abrirán más. Al final depende mucho de nosotras, en compartir esa confianza, en demostrarlo en la alberca, las mujeres en mí deporte siempre lo hemos demostrado, que los demás confíen, que vean que estamos dando resultados”, agregó Ale Orozco.

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