LA Iberia y sus paisajes de ensueño, sus aromas inigualables y su ambiente por doquier taurino. El maestro Eulalio López “Zotoluco” está de nueva cuenta en las tierras que le abrieron las puertas para ser primera figura del toreo mexicano. Allá, donde se abrió paso a brazo partido y ganó el respeto a cabalidad haciendo gestas que nadie había logrado. Su visita a España es ahora bajo otras circunstancias para respirar con suma tranquilidad y reposo de estos aires taurinos que renuevan a todo torero.
En la gira que el maestro Eulalio se encuentra realizando en la Iberia tiene contemplados varios tentaderos, el primero ha sido en la finca El Hondillo, del rejoneador Leonardo Hernández, en la provincia de Extremadura, donde torero a pie y a caballo se dieron un banquete de primera al torear vaquillas a campo abierto, algo que sin duda disfrutan bastante los coletudos, ya que viene a ser la manera más natural de enfrentarse a las reses bravas. Fiel testigo ha sido el maravilloso paisaje más parecido a una hermosa postal.
Y como aderezo a la tarde campirana, Leonardo Hernández (padre), regaló a los presentes una autentica cátedra del acoso y derribo, probando la bravura de sus vacas, pero sobre todo, mostrándose al máximo en dichas labores, como pocas veces se puede apreciar.
Hubo tiempo para que el maestro Eulalio montara a caballo, enseñando sus dotes de buen jinete, como buen torero que es.
Tarde redonda que han atestiguado su apoderado Alonso Cuevas, al igual que el ganadero José Marrón y su hijo, para después dar cuenta de suculentas viandas junto con los anfitriones y el matador “Zotoluco”. Y no hay buena comida que no sea rematada con una amena tertulia, misma que se extendió hasta entrada la noche, pues el tema del toro resulta siempre interminable, y más contando con extraordinarios personajes como los Hernández. (MAG)